Page 52 - De la luz a las tinieblas
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dibujó una sonrisa, dulce y generosa. Le tocaría dormir sobre
el suelo de tierra, no habría de ser la primera vez. Extendió
sobre el mismo una vieja esterilla, hecha de paja trenzada, y
se dispuso a descansar un rato. También él necesitaba reposo.
Luego, más frescos y serenos, podrían comenzar con los
preparativos para su incierta misión.
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