Page 59 - De la luz a las tinieblas
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Tomando el desolado camino, se dirigió al refugio de sus
          primeros  anfitriones.  No  tenía  ni  idea  si  aquellos  sujetos
          estarían dispuestos a hablar con él. Pero, si quería respuestas
          más  concretas,  debería  intentarlo,  ya  que,  al  menos  hasta

          aquel momento, Alterio no estaba despejando sus dudas. Tan
          solo  satisfacía  vagamente  su  curiosidad  con  respuestas
          intencionadamente  inconcretas,  como  si  no  quisiese
          preocuparle  con  una  realidad  desconocida.  Quizás  una
          realidad mucho más oscura de lo que él podía imaginarse.
              A pesar de la oscuridad, se distinguían perfectamente las
          cabañas  que  se  alzaban  al  borde  del  sendero.  Andrés
          recordaba haber estado con en la tercera de la derecha.
              Dudó un instante antes de llamar a la puerta. Confiaba en
          que los amigos de Alterio podrían darle mayor información.
          Pero apenas los conocía, un saludo y muy pocas palabras eran
          toda su relación.
              Quizás  no  considerasen  oportuno  entablar  una
          conversación más profunda con un recién llegado. De ser así,

          no  habría  avanzado  nada,  y  corría  el  riesgo  de  que  su
          compañero de viaje se molestase por tomar aquella iniciativa
          sin consultarlo.
              Independientemente  de  lo  que  le  dijeran,  estaba
          firmemente  convencido  de  llevar  a  cabo  su  plan,  y  todo
          cuanto pudiese ayudarle a conseguir su objetivo sería bien
          aprovechado. Tenía la certeza de que aquellos dos individuos
          podían facilitarle mucha información. Seguía sin comprender
          absolutamente  nada,  y  necesitaba  que  alguien  le  aportase
          alguna certidumbre.





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