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ICAP ARGDEBRA
de influir en la expresión génica. Las regiones hipermetiladas se relacionan con silencio
transcripcional y, por lo tanto, no expresión génica a diferencia de las regiones hipometiladas.
‒ Modificación de las histonas: Las histonas son las proteínas que enrollan al ADN
contribuyendo a su empaquetamiento y protección. Las modificaciones postraduccionales de
las histonas incluyen principalmente: acetilación, fosforilación, metilación, deaminación,
ubicuitinación, ADP-ribosilación e isomerización de prolinas histónicas. Una gran diversidad
en la estructura histona/nucleosoma es generada por estos cambios que se trasmiten y leen
como un código de señales de represión o activación de los genes.
‒ Pequeños ARN no codificantes: No todos los ARN transcriptos se traducen en proteínas,
algunos quedan sin transcribirse y se les denomina ARN de interferencia o antisentido, que
dificultan la alineación de las moléculas de ADN en virtud de su complementariedad de bases
y de esta manera realizan un efecto de regulación de la expresión génica.
En resumen, las evidencias aportadas por la epigenética inducen a pensar menos en términos
de secuencias de genes y más en términos de cómo se comportan estos genes en el contexto
de su ambiente, ¿cuál es el real diálogo genes-ambientes que está implicado en el proceso
salud-enfermedad?
Tal vez la alta homología de nuestro genoma con la de animales inferiores (mono: 98 %; ratón:
95 %) encuentre en la epigenética el sello que ante tanta similitud marca las claras diferencias.
Algunas técnicas para el diagnóstico molecular de las enfermedades genéticas
Clonación molecular o ADN recombinante: La clonación consiste en la identificación, el
aislamiento y la purificación de secuencias específicas de ADN que se pueden generar en
cantidades prácticamente ilimitadas, después de su inserción o recombinación en vectores
específicos (fagos, plásmidos, cósmidos), capaces de multiplicarse dentro de cepas
bacterianas y multiplicar, por lo tanto, la secuencia de ADN que ellos contienen (amplificación).
Esto permite obtener grandes cantidades de moléculas de ADN en forma pura para análisis
molecular detallado.
Una vez clonados, los distintos genes y sus productos pueden utilizarse para estudiar la
estructura y función de los genes en condiciones normales y en enfermedades, lo que
favorece el diagnóstico, el tratamiento y la investigación.
La construcción del ADN recombinante no sería posible sin la utilización de enzimas de
restricción, endonucleasas capaces de reconocer una secuencia específica en él y escindir la
molécula en ese punto. La mayoría de estas enzimas reconocen secuencias simétricas
palindrómicas (se leen igual de izquierda a derecha que de derecha a izquierda) en el ADN y
catalizan la hidrólisis de las uniones fosfodiéster en sus dos cadenas.
Esta tecnología se ha empleado para la detección de los genes causantes de numerosas
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enfermedades, tales como la anemia de células falciformes, la corea de Huntington, la
distrofia muscular de Duchenne, el síndrome de Marfan y la neurofibromatosis, entre otras.
Tiene aplicación, además, en la producción de sustancias para la agricultura y en la industria
farmacéutica.
Hibridación: Se basa en la capacidad de desnaturalización del ADN que trae como
consecuencia la separación de las dos cadenas y su apareamiento posterior con una cadena
complementaria. El reconocimiento y acople son extraordinariamente sensibles, lo que
permite identificar y distinguir secuencias homólogas. La tecnología de ADN recombinante ha
posibilitado la preparación de segmentos conocidos del genoma que son empleados como
sondas, cuya identificación visual se realiza en general por radiactividad o fluorescencia; de
esta forma se detecta si las secuencias son compatibles o no. La hibridación in situ mediante
fluorescencia ha sido muy útil para identificar deleciones cromosómicas submicroscópicas,
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