Page 90 - selim
P. 90

la  bolsa  muy  flojos  que  digamos.  ¡Que   haya
            empleado    de  golpe   a  dos  muchachos     para
            que  me   ayuden   a  guardar  sus  cabras  es  ver-
            daderamente     una  cosa asombrosa!


            Dio un suspiro.

            —Eso    es  señal  de  que  me  encuentra   dema-
            siado viejo  para  mi trabajo.


            —¡Oh,    no! -dijo Selim, angustiado-.    No pien-
            ses eso, Ahmet.    Ha sido porque le hemos in-
            sistido  mucho  para  que  nos  diera  algún traba-
            jo.  Tenemos     mucha    necesidad     de  ganar
            dinero,  ¿comprendes?

            —¿Dinero?     ¡Ja,  ja,  ja...!  ¡Pobres  chiquillos
            inocentes!   ¿No estaréis pensando que      Rahnni
            os va a dar dinero?


            —Pero...,   bueno,   si  guardamos   bien  sus  ca-
            bras... -contestó Selim    muy asombrado.


            —De todos modos,       no tenemos donde elegir
            -dijo  Zuffu-.  No  hemos    encontrado   ninguna
            otra cosa que hacer en todo el pueblo.

            —No os    preocupéis -dijo Ahmet frotando      con
            sus flacas  manos   las cabezas de   los niños-. A
            lo  mejor  estoy  equivocado.    Quizá  Rahmi   no


            9 6
   85   86   87   88   89   90   91   92   93   94   95