Page 102 - Luna de Plutón
P. 102
12
LOS QUE SON COMO KNAACH
—Tepemkau sabía que te iba a poner contento conocer a los que son como tú, así
pueden hablar de cosas de bichos peludos entre bichos peludos —dijo Tepemkau,
haciéndole señas a Knaach para que lo siguiera.
—Pero antes es mejor que se arregle un poco —repuso Pisis—. Se pueden
molestar si lo ven así.
—¿Molestar? ¿Por qué se van a molestar si me ven «así»?
—¡Ufa! ¿Es que no conoces a los que son como tú? ¡Qué lío se va a armar si no te
presentas como debe ser!
Hathor hacía gestos afirmativos con la cabeza, poniendo cara de entendimiento.
—¿Y qué tengo que hacer para… estar listo para verlos?
—Pues yo diría que primero un baño, y luego peinarte la melena, y después
lavarte las patas, y quitarte las lagañas, y cepillarte los dientes.
—Y sobre todo hacer como si fueras el jefe y nosotros tus esclavos. Eso les hará
sospechar menos ¿sabes? Porque van a hacer muchas preguntas.
Toda la pesadumbre de Knaach se había convertido en una eufórica alegría que
apenas podía disimular, sus pelos se erizaban.
A menos que los elfos se equivocaran, estaban hablando de presentarle a otros
leones. Y sería primera vez en su vida que hablara con otro como él. No se permitió
siquiera sentirse tonto al temer que todo fuera solo un sueño.
—No entiendo qué me quieren decir, pero lo que sea, hagámoslo rápido, ¿dónde
están ellos?
—Están en el pueblo —contestó Hathor, señalando con el dedo a unas colinas, de
donde salía una delgada humareda negra.
—Tepemkau piensa que deberíamos prestarle nuestra ducha al bicho.
—¡Ok! —acordó Pisis—. ¡Vamos a la ducha!