Page 191 - Luna de Plutón
P. 191
irregularmente, algunas fachadas de las paredes derrumbadas, y ogros corriendo de
aquí y allá, pusieron más nerviosa a la niña, que sabía lo que pasaba, pero no entendía
el porqué. Calizo Popsttone, que a diferencia del resto de los ogros mostraba un rostro
pulcramente afeitado, tenía sus manos puestas sobre los hombros de la niña,
conduciéndola a resguardo.
—El impacto ha sido directo —confirmó Rockengard—. Ha tirado un 20% de los
escudos.
—¡¿Y los elfos?! ¿¡Qué hay con ellos!?
—Puede usted estar seguro de que han recibido daño, su campo de energía se ha
visto afectado, aunque no sabemos con determinación cuánto.
—¡Comunícate con la Sala de Máquinas, diles que corten la energía del 50% de
los láser y la inviertan en el campo de fuerza!
—Sí, señor.
Rockengard leía con atención una serie de estatutos marcados en letritas verdes a
través de una pantalla holográfica.
—Tenemos más bahías de torpedo que los elfos, sin embargo, ellos superan
nuestra cantidad en cuanto a proyectiles láser se refiere.
—¡Los láseres no me preocupan, apenas los sentimos cuando nos dispararon con
ellos! ¡¿Qué pasó con el tercer torpedo que les mandamos?!
—Lo interceptaron a medio camino, su Majestad —explicó un ogro de armadura
dorada.
—Sí, y con láseres —atajó Rockengard—. He ahí por lo que no debes subestimar
esa ventaja que tienen sobre nosotros, Metallus.
—¡¿Ah, sí?! ¡Entonces probemos qué tan buena es la puntería de los elfos!
—Tengo un mal presentimiento, Panék.
—Y yo también.
El elfo volvió a su silla.