Page 195 - Luna de Plutón
P. 195
mientras analizaba un chorro de datos y píxeles que caían por el monitor—. ¡La
radiación de la nave de los ogros está interfiriendo con nuestros sistemas!
—Malditos puercos —gruñó el copiloto, apretando los puños.
—No. No es eso lo que quieren hacer. Todos observaron al elfo de piel oscura.
Degauss analizaba la situación, con los brazos cruzados.
—Pienso que no saben que nos están causando ese daño, y ustedes, por hacer una
mala deducción, se están quedando sin hacer nada, sin ver el verdadero peligro. Creo
que nos van a atacar otra vez con torpedos.
—Y esta vez se están asegurando de aumentar las probabilidades de que falles el
tiro para interceptarlo —observó Panék.
—Shah, si volvemos a recibir otro impacto, los escudos no solo caerán por
completo, sino que el impacto afectará el fuselaje de la nave, y después de ese
punto…
—¿Alguna solución, Degauss?
La Tungstenio giraba a razón de tres veces por segundo alrededor de La Anubis,
formando un anillo azul alrededor de él. La nave élfica ya no podía seguirle el ritmo.
—Tenemos que salir de aquí, y tenemos que hacerlo ahora —repuso el estratega,
cada vez más serio.
—Comunícame con la Sala de Ingeniería, ¡rápido!
—Sí, Shah.
Panék extendió el micrófono. La nube de interferencia, y la voz de un joven elfo a
través de esta no se hizo esperar.
—Ingeniería.
—Le habla el Shah. Quiero que quite toda la energía de los escudos…
—¿Cómo?
—¡Que quite toda la energía de los escudos!
Todos los elfos en la cabina miraron a Panék con horror.
—Quítela y colóquela en los motores, quiero dar un salto, y ponerme por encima
de la Tungstenio.
—El segundo impacto tiró la energía de la turbina B, Shah, no podemos repararla
sino hasta dentro de veinte minutos.
—¡Maldición!
—Lo… Lo siento, señor.
Panék se puso de pie, viendo el aro azul que dividía a la pantalla en dos, y el
ocasional destello de la Tungstenio.
—¿Están funcionando los campos anti-gravedad?