Page 197 - Luna de Plutón
P. 197
seguía describiendo su ciclo circular, consiguió, por un tramo, librarse de darse a sí
misma con su propio torpedo, ladeándose apenas un tramo.
—¡Por una mierda! —exclamó Metallus, abriendo los ojos como platos.
—¡PASEN AL CONTROL MANUAL! ¡AHORA! —gritó Rockengard.
Sin embargo, el proyectil rozó y estalló cerca de la panza de la nave. Movido por
la velocidad a la que iba el plato, la columna de fuego quedó como un destello.
La Tungstenio quedó al rojo, como un carbón encendido. Metallus todavía tenía la
mano puesta sobre la palanca apostada en su apoyabrazos, con la que había
conseguido ladear la Tungstenio justo a tiempo. La nave, progresivamente, se detuvo
en medio del espacio.
—¡Señor, la Sala de Máquinas está recalentada! ¡Es un infierno allá abajo! —gritó
una voz de la cabina.
—¿¡Cómo lo sabe!?
—¡Porque lo estamos viendo, santo dios! —exclamó otro, viendo la imagen
filtrada por una cámara que reflejaba a la Sala de Máquinas, donde ogros, vestidos
con batas, estaban moviéndose aquí y allá, apagando el fuego con sus extintores.