Page 213 - Luna de Plutón
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—Mayor el mío, señor, por saber que hay alguien con vida allá abajo. ¿Mi hija,
dónde está? ¿Fue llevada al cuarto de seguridad, como pedí?
—Sí, su Majestad.
—¿Cómo se llama usted?
—Teniente Steelstone.
—Teniente, ¿hay gente viva allá abajo?
Tras un largo silencio, la voz a través del receptor contestó.
—Sí, pero no contamos con estadísticas, hay muchos heridos.
—Cuídenlos bien. Quiero que todo el personal de la nave se dedique a buscar
heridos. Cambio y fuera.
Otro de los ogros de la cabina se levantó entre una superficie de polvo,
lentamente, tosiendo, su barba estaba completamente erizada, y de sus sienes corría
sangre. Metallus lo ayudó a ponerse de pie también.
—Su Majestad, gracias.
—No hables si te cuesta.
—Tiene que haber algo que podamos hacer, esos malditos elfos no pueden
hacernos esto, tal vez pueda establecer una comunicación con Iapetus, para que
manden naves auxiliares… Tal vez nuestro ejército sigue en control de la luna.
Tardarían poco en llegar.
—No —sentenció el rey—. Ya me han ganado esta pelea. Y eso es todo. ¿Qué va a
decir mi hija si hago tal cosa? Tampoco voy a pedir auxilio para convertir a mi armada
en rebeldes frente a los ojos de la Hermandad Federal.
Rockengard apenas podía abrir los ojos.
—La Anubis nos disparará otra vez en cualquier momento, Metallus. No quería
que terminara todo así. No quería que esto pasara.
—Yo no quise que muchas cosas pasaran, viejo, son momentos como estos en los
que uno extraña los viejos tiempos, ¿verdad? Pero voy a hacer hasta lo último para
que mi hija, tú y los demás los vuelvan a tener, porque es lo menos que merecen de
mí. Te quiero mucho, viejo ogro.
Metallus, con dignidad, se puso en frente de la pantalla.
—Comunícame con La Anubis.