Page 264 - Luna de Plutón
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pos a su objetivo… El primer y el segundo impacto, que vino pocos segundos
después, apenas trastocaron el campo de fuerza de la Parca Imperial. No se
produjeron sacudidas de ningún tipo.
—Capitán, La Anubis ha disparado dos veces contra nosotros. Impacto en el ala
izquierda y en la cabeza. Se preparan para disparar otra vez…
Meinhardt Hallyfax estaba de piernas cruzadas, rascándose el mentón, mirando, a
través de sus inescrutables espejuelos negros, en dirección a la pantalla.
—Oh… Vaya que piensan rápido. No importa. Prosiga usted, estimado
comandante. Cargue el Vigor Cósmico y dispare contra el pueblo, vamos a hacer
albóndigas de elfo.
El sonido difuso volvió a producirse en algún lugar lejano, en la piel de la nave.
—Otros dos impactos, señor. Los elfos han acortado la distancia a de su nave.
—No hagan nada, déjenlos que se acerquen a mí. Déjenlos… —dijo, levantando
la mano donde sostenía una copa de martini con una flor margarita a un lado.
—Cargando el Vigor Cósmico.
Las patas eléctricas alrededor de una bola de energía, todas moviéndose y
peleando unas con otras, como dedos hambrientos crecían rápidamente, produciendo
un sonido huracanado alrededor de ellas, a través del interior del enorme cañón…
—¡FUEGO!
La gigantesca esfera fue eyectada. Los cúmulos naranjas que nublaban aquel
espacio del cielo de Titán se hicieron blancos, a la vez que se rompían y despedazaban
como algodones, anudándose unos alrededor de otros, como un enorme círculo
rotante, con un profundo hoyo en el centro, donde había pasado el Vigor Cósmico.
Las pupilas de Panék se contrajeron hasta hacerse pequeños puntos dilatados,
abrió su boca para dejar escapar un grito.
Degauss trotó hasta el puesto del Ingeniero de Comunicaciones, a la vez que este
levantaba la cabeza.
—La línea hacia Hamíl está muerta.
El Shah, viendo directamente hacia la pantalla principal, cayó de rodillas, y
empezó a golpear el suelo con su puño derecho, incesantemente, una y otra vez. La
tripulación veía a Panék, de pie al lado de sus sillas, asustados, pero más aún,