Page 293 - Luna de Plutón
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la nave, vamos a ir más rápido que nunca antes.
La Anubis y la Tungstenio estaban de espaldas a la barrera de energía azulada
creada por Amén. La Parca Imperial se adelantó y, con su nariz, empezó a penetrarla,
como una regla triangular pasando a través de un papel. Aún separadas por millas de
distancia, hombro a hombro, la Parca Imperial, con su masa, podría fácilmente
arrollar a ambas naves.
—Majestad, detecto un campo de energía alrededor de la Parca Imperial.
—Es su rayo tractor —advirtió Rockengard—. Con eso atrapó a La Anubis…
—¡Pues entonces no perdamos tiempo! ¡Aceleren inmediatamente!
—¡Sí, señor!
Cubierta de fuego, La Anubis consiguió adelantarse sobre la Tungstenio, que la
seguía justamente detrás. Una vez que la Parca Imperial acabó de penetrar el campo de
fuerza se desplazó hacia delante con mucha más rapidez, como si ahora no hubiese
una telaraña que entorpeciese su paso.
—Vamos a tardar aproximadamente un minuto en entrar a la velocidad de la luz,
Shah.
—Pasen a maniobras evasivas. ¿No puede acortarse el tiempo?
—No, Shah. Entrar a la velocidad de la luz requiere que La Anubis «despegue»
dentro del espacio, es un proceso.
—Comprendo, entonces no se dejen golpear. ¿Cómo va la Tungstenio?
—Va bien, Panék, pero calculo que va a tardar más que nosotros en romper al
hiperespacio, un minuto y medio, tal vez dos…
—Maldición.
Apenas Panék cerró la boca, la cabina tembló tanto que varios alféreces cayeron
de sus sillas, los cimientos de la nave crujieron en un eco pavoroso.
—¡Nos disparan!
La Parca Imperial vomitaba una lluvia de rayos láser que se repartía entre La
Anubis y la Tungstenio. Ambas naves parecían estar pasando a través de una ducha.