Page 294 - Luna de Plutón
P. 294
Knaach estaba en la sala de seguridad de la nave; Hathor, al lado de él, lo abrazaba.
Poco faltó para que el león pegara sus fauces contra el suelo cuando la nave volvió a
crujir; los gritos de un elfo se escucharon a lo lejos y el sonido tormentoso de metales
temblando cundió los pasillos. Giró la cabeza para ver a través de la ventanilla, la
Tungstenio se veía del tamaño de una moneda. La negrura del universo atravesada por
las luces asesinas del enemigo lo atemorizó y supuso que la nave de Claudia también
estaba bajo las mismas circunstancias que ellos.
Un tercer disparo trajo otro temblor, seguido por más gritos tétricos que iban y
venían por los pasillos.
—Sostente bien, Hathor.
Degauss revisaba de cerca el monitor de la computadora que le indicaba que la
nave se había quedado sin escudos de defensa, por lo que el próximo disparo
empezaría a hacer mella en el fuselaje.
—¿Cuánto falta para que entremos a la velocidad de la luz?
—Veinte segundos, señor.
—¿Cómo está la Tungstenio?
El alférez tecleó rápidamente sobre la computadora, leyendo la lluvia de datos que
corría por la pantalla holográfica.
—En iguales o peores condiciones que nosotros, han recibido el mismo número
de disparos, pero su armadura es mucho más resistente que la nuestra.