Page 305 - Luna de Plutón
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—Espera…

       Hathor se acercó a una pared que estaba al pie de las siguientes escaleras y colocó
  la palma de su mano sobre ella. Una línea brillante se dibujó alrededor de sus dedos y,

  dejando tras sí un sonido similar al que hace una ola suave en el mar, se materializó

  una compuerta brillante, que se abrió en dos.

       —¡¡El chico ha hecho aparecer un ascensor!!
       Claudia se acercó y puso su mano sobre el hombro de Hathor.

       —¿Cómo supiste que estaba ahí?

       —No lo he hecho —contestó, levantando la cabeza para verla a la cara—. Solo

  pensé en él y la torre me respondió.
       Degauss fue el primero en pasar.

       —El ascensor es amplio, pero no cabremos todos.

       —Hathor,  ¿crees  que  los  demás  puedan  explorar  este  lugar?  —preguntó  Panék,
  colocándose de rodillas para verlo a los ojos.

       —No lo sé… Solo siento deseos de llegar hasta arriba. Todo se descubrirá cuando

  lleguemos arriba.
       —¡Tal  vez  desde  allí  podamos  poner  a  funcionar  otra  vez  este  lugar!  —dijo

  Metallus—. ¡Sea lo que sea, tenemos que hacerle caso al chico!

       —Está  bien  —concedió  Panék,  dándose  la  vuelta  para  hablar  a  la  gente—.

  ¡Ustedes quédense aquí y siéntanse libres de explorar la torre!
       Dicho  esto,  se  introdujo  dentro  del  ascensor,  al  que  también  subieron  Metallus,

  Rockengard, Claudia, Hathor y Knaach.

       Degauss, siguiendo sus instintos, tocó una pared, donde parecían estar dibujados

  los  botones.  Inmediatamente,  unas  letras  azules  aparecieron  sobre  una  pantalla
  alargada que se materializó.

       —Bienvenidos. Esperen un momento…

       Las puertas se cerraron, justo cuando empezaron a producirse sonidos de energía
  potenciando alguna maquinaria invisible.

       —¿Por qué eso está escrito en nuestro idioma élfico y no en el lenguaje de los

  jeroglíficos?

       —Es extraño —repuso Rockengard—. Yo lo veo escrito en nuestro idioma.
       —Sí, yo también lo veo escrito en el idioma de los ogros —aseveró Claudia.

       —Es como Hathor dice —repuso Knaach—. La torre de algún modo se pone en

  contacto contigo. Al principio, yo no alcancé a leer lo que estaba escrito ahí, no lo

  entendí. Pero luego «ella» lo comprendió y lo colocó ante mis ojos de un modo que
  yo pudiera asimilarlo.
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