Page 52 - Luna de Plutón
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—Es peor y más sucio que un cerdo —siseó Knaach más por convicción propia,
que por complacer a Claudia.
—Mi padre y los ministros están instando a científicos de otras lunas a desarrollar
un germen que se coma al virus tóxico. Sin embargo, Gargajo ha saboteado dichos
trabajos, y lo hace por medio de amigos que son tan ricos e influyentes como él en el
Sistema Solar, gente que seguro recibe buenos precios al comprarle arena de Iapetus.
Han prohibido en secreto cualquier ayuda para nosotros. Eso ha obligado a
Ogroroland a entrenar a los ogros más capaces y ágiles para que se conviertan en
agentes secretos. ¡Y yo estoy decidida a ser una!
—Supongo que aquí es cuando entra este sujeto del que me has hablado,
Kannongorff.
—Ah, sí, Kannongorff —dijo Claudia, como si estuviera despertando de un sueño
—. Su misión es cometer un atentado contra Gargajo, para asustarlo. Lo va a dejar
tuerto.
—¿Tuerto? ¿Por qué no matarlo de una vez?
—Por cuestiones diplomáticas: si lo matamos, le haremos un favor gratis al
mugriento gobierno que maneja Gargajo, que es tan sucio y corrupto como él mismo.
Ellos tienen la política de que si un emperador muere, su sucesor hereda toda su
fortuna, y no tiene cuentas que arreglar por los errores que cometió el anterior
regente, por lo que quedarían libres de deudas con Ogroroland. El plan es
coaccionarlo para que nos devuelva buena parte de nuestras riquezas, a cambio de que
lo dejemos en paz. Estoy seguro de que no querrá a toda una luna dispuesto a atacarlo.
—Quisiera tenerlo en frente, para descabezarlo yo mismo —siseó el león,
guiñándole un ojo.
Claudia suspiró.
—Y yo quisiera quitarle la cabeza de un puñetazo. El caso es que Kannongorff la
tiene muy difícil. La verdad es una misión bastante sensible a fallar, puesto que ese
miserable cobarde se oculta muy bien, se dice que Gargajo es casi inaccesible, y son
pocos los que han podido verlo alguna vez en persona.
—Bueno, espero que no te importe que sea sincero, Claudia —se lamentó Knaach,
hablando pausadamente— pero creo que va a fracasar. El plan es verdaderamente
ridículo, no creo que una sola persona, aun un ogro, logre llegar sin ayuda hasta un
emperador.
—Es ahora o nunca, Knaach —contestó comprensivamente—. Por primera vez
desde que es regente de Io, Gargajo estará en una zona neutral: en la nave-casino que
abordará Kannongorff.