Page 118 - El cazador de sueños
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a gran velocidad un ruido de hélices, el ruido inconfundible de un helicóptero.
Ansioso, levantó la vista y se dispuso a permanecer derecho el tiempo suficiente para
hacer señas con los brazos (si alguien necesitaba una ayudita del cielo, era él), pero el
helicóptero no llegó a perforar las nubes bajas. Por breves instantes vio una forma
oscura casi encima de su cabeza, y el tenue resplandor intermitente de sus luces, pero
a continuación el ruido de helicóptero se alejó hacia el este, en la misma dirección
que los animales. Pete quedó consternado al experimentar un alivio mezquino debajo
de su decepción: si hubiera aterrizado el helicóptero, él no habría llegado a la
cerveza. ¡Joder, con lo que había caminado!
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