Page 618 - El cazador de sueños
P. 618
hostil, cogió todas las que tenía a mano.
—Eso son chorradas.
A Jonesy se le leía en la cara que no le gustaba la idea.
—No. En Hole in the Wall viste lo que esperabas ver, o sea, un extraterrestre que
era un cruce de Expediente X y Encuentros en la tercera fase. Inhalaste el byrus…
porque tengo claro que algo de contacto físico tuvo que haber… pero eras
completamente inmune. Ahora sabernos que lo es como mínimo el cincuenta por
ciento de la especie humana. Lo que se te contagió fue una intención… una especie
de imperativo ciego. ¡Coño, yo qué sé! No hay palabras para describirlo, porque no
hay palabras para describirlos a ellos. Pero creo que entró porque tú creías que
estaba.
—¿Qué quieres decir? —dijo Jonesy, mirando a Henry por encima de la cabeza
de su hijo dormido—. ¿Que casi destruyo a la especie humana por culpa de una
especie de embarazo histérico?
—No, no —dijo Henry—. Si sólo fuera eso, se te habría pasado. Se habría
reducido a una… una amnesia transitoria. Pero la idea del señor Gray se te quedó
enganchada como una mosca en una telaraña.
—Enganchada en el atrapasueños.
—Exacto.
Se quedaron callados. Pronto les avisaría Carla y comerían salchichas,
hamburguesas, ensaladilla de patatas y sandía bajo el escudo azul del cielo,
infinitamente permeable.
—¿Entonces qué fue? ¿Pura coincidencia? —preguntó Jonesy—. ¿Aterrizaron en
Jefferson Tract como podrían haber acabado en cualquier otro sitio, y resultó que
también estaba yo? Yo y vosotros: tú, Peter y Beav. Más Duddits, ¿eh? Ten en cuenta
que sólo estaba doscientos o trescientos kilómetros más al sur. Porque el que nos
mantenía juntos era Duddits.
—Duddits siempre fue una espada de doble filo —dijo Henry—. Uno, el de Josie
Rinkenhauer: Duddits el salvador, el que encontraba gente. Otro, el de Richie
Grenadeau: Duddits el asesino. Ocurre que Duddits nos necesitaba para ayudarle a
matar. Estoy seguro. Éramos los que teníamos la capa de subconsciente más
profunda. Suministramos el odio y el miedo: miedo de que fuera en serio la promesa
de Richie Grenadeau de ir a por nosotros. Siempre tuvimos más parte oscura que
Duddits. Para él, ser malo era puntuar las cartas al revés, y más que nada lo hacía
para reírnos. Aunque… ¿Te acuerdas de cuando Pete le puso el gorro en los ojos, y
Duddits chocó con la pared?
Jonesy se acordaba vagamente. Había sucedido fuera del centro comercial, el gran
centro de atracción de sus años jóvenes. Misma mierda, diferente día.
—Luego, durante bastante tiempo, siempre que jugábamos al juego de Duddits
www.lectulandia.com - Página 618