Page 107 - Osho - El Equilibrio Cuerpo Mente_Lucid
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obstáculo. Si te relajas, te satisfará; si te relajas, te llenará; te
                   desbordará. Los norteamericanos están tensos. La tensión surge
                   cuando vas tras algo, la relajación surge cuando aceptas ese algo.
                          El norteamericano va tras algo, lo busca con vehemencia,
                   intenta conseguir algo de la vida, trata de exprimirla. Nada puede
                   salir de ahí porque ése no es el modo. No puedes exprimir la vida;
                   tienes que rendirte a ella. No puedes conquistar la vida. Debes
                   contar con un gran valor para rendirte a ella. La derrota es aquí
                   victoria; el esfuerzo por ser victorioso no va a probar otra cosa que
                   tu fracaso final e irrevocable. La vida no puede conquistarse porque
                   una parte no puede conquistar el todo. Es como si una pequeña
                   gota de agua quisiera conquistar el océano. Sí, la pequeña gota
                   puede caer en el océano y formar parte de él, pero no puede
                   dominarlo. De hecho, caer en el océano, entrar dentro de él, es la
                   manera de conquistar.
                          Segundo: la mente norteamericana es competitiva. No
                   importa mucho que de verdad estimes tu cuerpo; el interés reside
                   en competir con los demás. Haces las cosas porque los demás las
                   hacen también. La mente norteamericana es la más superficial y
                   ambiciosa que ha existido. Constituye la mente mundana elemental.
                   Por eso los hombres de negocios se han convertido en lo más
                   prominente de la realidad norteamericana. Todo lo demás ha
                   quedado reducido a un segundo plano; el hombre de negocios, el
                   que controla el dinero, es la máxima realidad. En la India, los
                   brahmins eran la máxima realidad, eran los buscadores de Dios. En
                   Europa los aristócratas eran la realidad suprema, cultivados,
                   educados, despiertos, sensibles a todas las formas artísticas de la
                   vida: la música, la pintura, la poesía, la escultura, la arquitectura,
                   las danzas clásicas, las lenguas, el griego y el latín. El aristócrata,
                   que había sido durante siglos representante de los más altos valores
                   de la vida, era la suprema realidad en Europa. En la Unión
                   Soviética, el proletariado, el oprimido, el desposeído, el obrero era
                   la máxima realidad. En Norteamérica es el hombre de negocios, el
                   que controla el dinero.
                          El del dinero es el ámbito más competitivo. No necesitas tener
                   cultura, sólo necesitas dinero. No te hace falta saber nada de
                   música, ni de poesía. No necesitas saber nada de literatura antigua,
                   de historia, de religión, de filosofía; no, no te hace ninguna falta.
                   Por tener una buena cuenta corriente, ya eres importante. Por eso
                   digo que tienen la mente más superficial que ha existido. Esta
                   mente lo ha convertido todo en comercio. Esta mente siempre está
                   compitiendo. Incluso si adquieres un Van Gogh o un Picasso, no lo
                   haces por Picasso. Lo compras porque el vecino se ha comprado
                   uno. En su salón cuelga un Picasso. ¿Por qué no vas a tener tú uno
                   si te lo puedes permitir? Tienes que comprarlo. Puede que no sepas
                   nada, que no tengas ni idea de cómo colgarlo, de cuál lado es el
                   derecho. Es difícil saber en los cuadros de Picasso cuál es el derecho
                   y cuál es el revés. Tampoco estarás seguro de si es un Picasso
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