Page 25 - Osho - El Equilibrio Cuerpo Mente_Lucid
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Es en la totalidad en donde de pronto sientes a tu alrededor la
presencia de Dios. Pero la ironía es que la división ha sido creada
por las llamados santos, sacerdotes e iglesias. De hecho, los
sacerdotes son los mayores enemigos de Dios en la Tierra.
Tenemos que librarnos de todos los sacerdotes; son la
verdadera causa de la patología humana. Han conseguido que todo
el mundo sienta malestar, han causado una epidemia de neurosis.
La neurosis se ha convertido en algo tan común que la damos por
descontada. Creemos que ésa es la esencia de la vida, que así es la
vida: un sufrimiento, un sufrimiento muy largo y lento; una
dolorosa y angustiosa existencia; una autobiografía del mucho ruido
y pocas nueces.
Si miramos nuestra mediocre vida, parece reafirmarse esto,
porque no hay lugar para una simple flor, para una sencilla canción
en el corazón, nunca para un rayo de gozo divino.
No es extraño que la gente inteligente de todo el mundo se
pregunte por el sentido de la vida. “¿Cuál es la razón para vivir? ¿
Por qué somos tan cobardes de seguir viviendo? ¿Por qué no
hacemos acopio de valor y ponemos fin a todo este absurdo? ¿Por
qué no nos suicidamos?”.
Nunca antes en el mundo hubo tanta gente con la idea de que
la vida carece totalmente de significado. ¿Por qué ha ocurrido en
esta época? No tiene nada que ver con la época. Durante siglos,
durante al menos cinco mil años, los sacerdotes han estado
haciendo daño. Ahora se ha alcanzado el punto culminante.
No es obra nuestra, somos las víctimas. Las víctimas de la
historia. Si el hombre llega a conseguir algo más de consciencia, lo
primero que tendrá que hacer es quemar todos los libros de
historia. Olvida el pasado. Fue algo espeluznante. Empieza de nuevo
desde el ABC, como si Adán naciera de nuevo. Empieza como si
estuviéramos de nuevo en el Jardín del Edén, inocentes,
descontaminados…
Un hombre estaba buscando una buena iglesia a la cual asistir
y encontró una pequeña en la que la congregación estaba leyendo
con el pastor. Decían: “Hemos dejado sin hacer aquellas cosas que
deberíamos haber hecho y hemos hecho todas las que no
deberíamos haber hecho”.
El hombre se dejó caer en su asiento y suspiró con alivio
diciendo para sí: “Gracias a Dios, al fin he encontrado mi lugar”.
Haz lo que te dicte tu naturaleza, persigue lo que anhelan tus
características intrínsecas. No escuches las escrituras, escucha a tu
propio corazón; ésa es la única escritura que prescribo. Sí, escucha
muy atentamente a tu propio corazón; ésa es la única escritura que
prescribo. Sí, escucha muy atentamente, conscientemente, así
nunca te equivocarás. Si escuchas a tu propio corazón nunca
estarás dividido. Si escuchas a tu propio corazón comenzarás a
andar en la dirección adecuada, sin siquiera pensar qué es lo malo y
qué es lo bueno.