Page 144 - Deepak Chopra - Cuerpos sin edad, mentes sin tiempo.
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equilibrado y vital en el cuerpo a toda edad:
· Dieta. Come productos frescos, preferiblemente cultivados en una huerta doméstica. El prana
más elevado es el que está en los alimentos que se comen recién recogidos. La comida rancia
pierde rápidamente su prana; en realidad, todo lo rancio y lo enmohecido indica ausencia de
energía vital y debe ser evitado. También en los alimentos procesados el prana es muy escaso.
El agua para beber debe ser pura; la mejor es la de fuente natural o el agua de montaña que
proviene de los deshielos. El agua contaminada es deficiente en prana.
· Ejercicio. La actividad física aumenta el prana al brindar energía al cuerpo, a menos que se
ejecute hasta el agotamiento. El agotamiento y la fatiga son señales críticas de que el prana se
ha agotado. (En la medicina occidental también reconocemos este cambio; cuando se lleva el
ejercicio más allá de las reservas de oxígeno del cuerpo, éste debe obtener energías
metabolizando sus propios tejidos. Véase el análisis de metabolismo catabólico y anabólico en
las páginas 87 y 88)
· Respiración. La principal fuente de prana del cuerpo es la respiración, que en un plano grosero
proporciona oxígeno y, en un plano sutil, brinda energía vital. Por ende, el prana ha sido
literalmente identificado con el aliento de la vida. Los antiguos sabios consideraban que la calidad
de vida de una persona se reflejaba en la calidad de su aliento. Cuando la respiración es re-
finada, lenta y regular, la circulación del prana está llegando a todos los planos de cuerpo y
mente, facilitando un estado de completo equilibrio.
· Conducta. Las acciones pueden dañar o nutrir el prana del cuerpo. Una conducta dura, tensa y
conflictiva (lo que hoy llamamos conducta de estrés) perturba el flujo del prana. La conducta
refinada, que proviene de una sensación de tranquilidad y autoaceptación, facilita el prana
equilibrado. En la raíz de toda conducta favorable a la vida se encuentra la actitud de la no vio-
lencia (ahimsa).
· Emociones. Hay cuatro emociones negativas que dejan sin equilibrio al prana y deben ser
evitadas: miedo, enojo, codicia y envidia. Las emociones positivas, especialmente el amor,
aumentan el prana. El amor está considerado como la emoción más básica que la conciencia
humana puede sentir; por lo tanto, es la más próxima a la fuente de la vida. Ese estallido de
bienestar que sentimos cuando nos enamoramos se debe a que, inconscientemente, abrimos los
canales de la conciencia que permiten un mayor flujo del prana. Las emociones que se reprimen
por vergüenza y culpa hacen que estos canales se reduzcan. Cuando se impide así que el prana
fluya, se acumulan bolsas de inercia y estancamiento, facilitando con el tiempo la aparición de
enfermedades. La depresión es un estado de carencia casi completa de flujo y se vincula con las
enfermedades crónicas, el envejecimiento prematuro y la muerte temprana.
Por lo tanto, una vida saludable, evaluada por la conservación del prana, exige lo siguiente:
· Alimentos frescos.
· Agua y aire puros.
· Luz solar.
· Ejercicio moderado.
· Respiración equilibrada y refinada.
· Conducta no violenta y reverencia por la vida.
· Emociones positivas y amorosas; libre expresión de las emociones.
Piensa en lo diferentes que son una ensalada fresca, hecha con verduras recién recogidas de tu
huerta, y otra hecha con las mismas hortalizas compradas en el mercado. Compara una merienda al
aire libre en las montañas con un almuerzo consumido de pie junto a un puesto de hamburguesas, o
el sabor de la fresca agua de pozo con el líquido que sale de los grifos en las grandes ciudades. La
frescura señala la presencia del prana; lo rancio señala su ausencia.
El factor menos comprendido de nuestra cultura es la respiración equilibrada, que en la India se
considera lo más importante. La palabra «respiración» significa más que el acto físico de introducir
aire en los pulmones y volverlo a exhalar. La respiración es el punto donde se encuentran mente,