Page 147 - Deepak Chopra - Cuerpos sin edad, mentes sin tiempo.
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                  Cuando   continúes  puedes  empezar  a  abrirte  aún  más,  echando  la  cabeza  hacia  atrás,  con  el
               pecho expandido y elevándote de puntillas en el movimiento hacia fuera. Al exhalar encórvate como
               un  muñeco   de  trapo,  flexionando  las  rodillas  y  la  cintura.  No  aceleres  los  movimientos;  debes
               proceder lenta y rítmicamente. Notarás que se trata de un ejercicio muy agradable, porque cuando te
               abres, el cuerpo se llena de aliento, conciencia y gozo, todo al mismo tiempo; la sensación es ligera,
               caliente, cosquilleante. Cuando te cierras, el cuerpo se relaja y se encorva bajo su propio peso, tor-
               nándose más cimentado y quieto. Estás explorando toda una variedad de sensaciones, que permite a
               la respiración sutil penetrar en todos los canales.

                  La conexión vata

               A  medida   que  envejecemos,   la  tendencia  natural  es  a  que  el  prana  disminuya;  es  preciso
               contrarrestar esto para conservar la juventud. En la India se asignaba tradicionalmente la longevidad
               a una rama del aprendizaje llamado ayurveda, que se deriva de dos raíces sánscritas: ayus, vida, y
               veda,  ciencia  o  conocimiento.  Esta  antigua  «ciencia  de  la  vida»  es  generalmente  considerada  la
               medicina tradicional de la India, pero el ayurveda tiene una base espiritual más profunda. El versículo
               más  famoso   de  los  antiguos  textos  ayurvédicos  dice:  ayurveda  amritanam  («ayurveda  es  para  la
               inmortalidad»).  El  significado  es  doble:  el ayurveda es  para  fomentar  la  longevidad  sin  limites  y  lo
               hace desde la creencia de que la vida es esencialmente inmortal.
                  Según   el  ayurveda,  la  energía  vital  o  prana  se  canaliza  por  el  cuerpo  mediante  un  «viento»
               llamado vata. El vata es  uno  de  los  tres  principios  metabólicos (doshas) que  dan  forma  a  todo  lo
               viviente,  sea  mosquito,  elefante,  ser  humano,  planeta,  estrella  o  el  cosmos  entero.  El  vata  es
               responsable del movimiento de cualquier tipo. En el cuerpo humano se divide en cinco partes:

                  Prana vata regula el sistema nervioso.
                  Udanda vata regula las habilidades cognoscitivas, el habla y la memoria.
                  Samana vata regula la digestión.
                  Vyana vata regula la circulación.
                  Apana vata regula la excreción.

                  Los cinco aspectos del vata están bajo el centro del primero y más importante: el prana vata, pues
               este dosha, como su nombre lo indica, aporta el prana, la fuerza vital, que luego se distribuye por el
               resto  del  cuerpo.  Cuando  el  prana  vata  se  desequilibra  hay  una  perturbación  general  en  todo  el
               organismo.  El  ayurveda  sostiene  que  la  ancianidad  es  una  época  especialmente  sensible  a  esos
               desequilibrios.  El vata es  más  alto  en  la  ancianidad,  por  naturaleza,  y  si  el  individuo  no  ha  puesto
               cuidado en mantener el prana vata en equilibrio, resultarán los siguientes síntomas:

                                               SÍNTOMAS DE DESEQUILIBRIO DEL VATA

                                     Síntomas físicos                  Síntomas mentales o de conducta
                          Piel seca o áspera; arrugas                  Insomnio
                          Peso  crónicamente   escaso;  pérdida  de    Preocupación, ansiedad
                           masa muscular
                          Riñones  débiles;  falta  de  control  de  la   Estreñimiento
                           vejiga
                          Ritmo cardiaco débil o irregular             Depresión
                          Constipado                                   Fatiga
                          Artritis común                               Confusión, pensamientos inquietos
                          Dolores no específicos                       Intolerancia del estrés
                          Inmunidad debilitada(susceptibilidad a los
                           resfriados,   la  neumonía     y   otras    Intolerancia al frió
                           infecciones)
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