Page 81 - Deepak Chopra - Cuerpos sin edad, mentes sin tiempo.
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                  La creencia de que la vida larga representa el máximo gozo se repite en otras culturas, sobre todo
               en aquellas que estiman la edad avanzada y donde cada año cumplido añade más valor. Hokusai, el
               gran artista japonés, comenzó su vida como niño prodigio (a los 6 años sabía dibujar notablemente),
               pero  nos  dice  que  no  estuvo  satisfecho  con  su  habilidad  sino  después  de  cumplir  los  70.  Mirando
               hacia delante, predijo que «a los 80 tendré talento considerable, a los 100 seré sublime y a los 110
               dotaré  de  vida  a  una  simple  línea,  a  un  simple  punto».  Hokusai  no  llegó  a  los  110,  pues  murió  en
               1849, cuando iba a cumplir los 90 años, pero a pesar de su ancianidad, creía que lo mejor estaba por
               venir.
                  En nuestra sociedad, la palabra «viejo» implica un creciente desorden y fragilidad, pero en verdad
               el  desorden,  por  ser  el  resultado  del  desequilibrio,  se  puede  presentar  a  cualquier  edad:  un
               septuagenario  que  acostumbra   a  correr  un  tiempo  determinado  tocios  los  días  puede  tener  un
               sistema  inmunológico  superior  al  de  un  hombre  de  45  años  que  lleva  una  vida  sedentaria.  Pese  a
               nuestros temores de que el cerebro envejecido pueda ser presa de la senilidad, la vasta mayoría de
               los ancianos retienen intactas sus facultades y muchas habilidades creativas maduran hacia el final
               de  la  vida.  En  1992.  un  maravilloso  pianista  de  99  años,  Mieczyslaw  Horszowski,  anunció que fes-
               tejaría su centésimo cumpleaños con un concierto en Carnegie Hall, siguiendo una larga tradición de
               músicos  magistrales  que  siguieron  tocando  después  de  cumplir  los  80  y  los  90  años,  incluidos
               Toscanini, Horowitz, Ku-binstein y Serkin. Aunque identificamos el genio creativo con los niños pro-
               digios, como Mozart, los investigadores de la creatividad señalan que las carreras más largas suelen
               ser las que se inician tarde.
                  Si miramos más allá de la falsa dualidad de «viejo» y «joven», lo que encontramos es una realidad
               diferente: el cuerpo es una red de mensajes que se reciben y se transmiten constantemente. Algunos
               de estos mensajes nos nutren y nos sustentan, mientras que otros conducen al desorden y a la des-
               composición.  Las  experiencias  que  nutren  la  vida  van  mucho  más  allá  de  la  biología  celular.  La
               ternura  de  la  madre  que  observa  a  su  bebé  dando  los  primeros  pasos  alimenta  el  cuerpo  del  niño
               (basta  presenciar  cómo  languidece  un  bebé  cuando  se retira el amor maternal, aunque sea por un
               día).  Para  el  niño  en  crecimiento,  el  sensible  aliento  de  un  maestro  es  tan  importante  como  un
               almuerzo caliente. ¿Qué yergue más la espalda, la leche vitaminada o la autoestima?
                  Una  vez  que  llegamos  a  la  edad  adulta,  ganar  el  sincero  respeto  de  nuestros  compañeros  de
               trabajo aleja las enfermedades del corazón con tanta efectividad (y con mucha más naturalidad) que
               contar miligramos de colesterol. El respeto hace que el corazón se sienta confiado y seguro de sí, dos
               ingredientes  que  deben  existir  en  todo  cuerpo  sano.  Las  decisiones  que  tomamos  en  función  de
               nuestra  felicidad  y  satisfacción  son,  por  lo  tanto,  exactamente  las  que  determinan  cómo
               envejeceremos.
                  La medicina ha comprendido que la nutrición tiene un inmenso valor psicológico. Si se toca y se
               acaricia  a  los  recién  nacidos,  aumenta  el  nivel  de  la  hormona  del crecimiento y engrasa la mielina,
               capa protectora de los nervios motores. El amoroso impulso materno de mimar al bebé se traduce di-
               rectamente en reacciones bioquímicas sustentadoras de la vida. Los bebés privados de atenciones
               cariñosas  pueden   resultar  emocionalmente  deformados   o  disfuncionales.  Ciertos  experimentos
               hechos  con  monos  rhesus  consistieron  en  apartar  a  los  recién  nacidos  de  sus  madres  y  darles  la
               posibilidad  de  elegir  entre  dos  sustitutos  artificiales:  un  frío  modelo  de  malla  de  alambre  con  un
               biberón  sobresaliendo  de  la  parte  media,  o  un  modelo  de  paño,  acolchado  y  cálido,  que  no  tenía
               ningún  biberón  y  no  ofrecía  leche.  En  todos  los  casos,  las  crías  de  mono  prefirieron  aferrarse  a  la
               «madre»   suave  y  cálida,  aunque  no  les  proporcionara  comida.  El  instinto  de  buscar  alimento
               emocional resultó más poderoso que el de buscar alimento físico.

                  La música del cuerpo

               ¿Cómo se puede llevar una vida nutritiva? Ésta es una pregunta amplia y amedrentadora, dadas las
               duras  condiciones  de  nuestro  ambiente.  No  hay  dos  personas  que  lleven  vidas  idénticas  o  que
               contengan   la  misma  información  dentro  de  su  sistema  mente-cuerpo.  Aun  así  hay  algunas  reglas
               básicas que gobiernan la inteligencia interior de todos:

                  1.  La inteligencia está hecha para fluir.
                  2.  Todo impulso de inteligencia tiene una correlación física.
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