Page 82 - Deepak Chopra - Cuerpos sin edad, mentes sin tiempo.
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            3.  El  cuerpo  se  mantiene  en  equilibrio  mediante  ritmos  y  ciclos  complejos;  estos  biorritmos  son
                nuestra vinculación con los mayores ritmos de la Naturaleza.
            4.  Cuando   el  cuerpo  está  en  equilibrio  emite  señales  de  comodidad;  cuando  está  fuera  de
                equilibrio  emite  señales  de  incomodidad.  La  comodidad  indica  que  una  persona  está  en
                relación  armoniosa  con  su  medio;  la  incomodidad  indica  que  ha  surgido  algún  tipo  de
                disonancia.
            5.  Vivir  en  armonía  con  los  ritmos  del  cuerpo  derrota  a  la  entropía  permitiendo  un  flujo  sin
                fricciones  de  la  información  biológica.  Vivir  en  oposición  a  los  ritmos  del  cuerpo  produce  un
                aumento de la entropía que lleva al desorden.

            Si mi intención es vivir en armonía con mi ambiente, la mejor indicación de éxito es la sensación de
         comodidad de mi cuerpo. Pasamos en la vida por tantas experiencias que resulta difícil tener noción
         de la verdadera base de la comodidad; en cada momento de la existencia se funden muchos factores
         físicos y psicológicos. Pero la Naturaleza nos ha programado biológicamente con ritmos y ciclos que
         presentan   una  notable  similitud  en  la  mayoría  de  las  personas.  Cierta  ciencia  nueva,  llamada
         cronobiología (la biología del tiempo) ha estudiado los efectos de estos ciclos en la vida cotidiana. La
         cronobiología,  fundada  y  así  llamada  por  el  doctor  Franz  Halbergh,  profesor  de  medicina  en  la
         Universidad   de  Minnesota,  asegura  que  el  cuerpo  tiene  una  música  interna  que  podemos  (y
         deberíamos) sintonizar.
            A fin de que pases la vista de mi última palabra a ésta, por ejemplo, es preciso que diez o doce
         actividades se entretejan con total precisión. Cada célula retinal, cada neurona cerebral, pulsa cientos
         de  veces  por  segundo con cargas eléctricas, creadas por el bombeo de iones de potasio y sodio a
         través  de  la  membrana  celular;  las  sinapsis  (o  espacios  vacíos)  entre  las  diferentes  neuronas
         disparan  descargas  de  neurotransmisores  para  enviar  señales  por  el  nervio  óptico  y  a  través  del
         córtex  visual;  los  diminutos  músculos  que  mueven  el  ojo  se  estremecen  constantemente,  como  un
         motor  en  punto  muerto,  palpitando  con  descargas  químicas;  toda  esta  pulsación  celular,  a  su  vez,
         depende de vibraciones increíblemente rápidas de «relojes» atómicos en el plano cuántico.
            Los biorritmos tienen muchas implicaciones médicas: la temperatura corporal de cada uno tiene un
         ciclo diario; en cuanto a las hormonas, se mueven en ciclos complejamente entretejidos, cuyos ritmos
         diarios forman trama con ciclos mensuales y estacionales. (La hormona del crecimiento, por ejemplo,
         cambia   diariamente,  mientras  que  el  ciclo  menstrual  de  la  mujer  refleja  ritmos  hormonales
         mensuales.)   La  artritis  reumatoidea  duele  más  por  la  mañana,  cuando  los  agentes  inflamatorios
         naturales  del  cuerpo  parecen  estar  bajos;  éste  es  el  mejor  momento  para  tomar  aspirina  u  otras
         drogas  calmantes.  La  presión  sanguínea  y  la  adrenalina  llegan  a  su  máximo  por  la  mañana;  eso
         puede   explicar  por  qué  se  producen  tantas  trombosis  cardiacas  o  cerebrales  a  las  nueve.  En  los
         asmáticos, los tubos bronquiales están más constreñidos por la noche que por la mañana. Al estudiar
         los  ciclos  individuales  de  los  pacientes  podemos  prevenir  enfermedades.  Algunos  bebés  pueden
         presentar ciclos de presión sanguínea que anuncien una hipertensión en la edad adulta, por ejemplo,
         y las fluctuaciones de calor en la mama pueden predecir tumores.
            El  doctor  Halberg  ha  hecho  fascinantes  hallazgos  sobre  el  modo  en  que  se  puede  alterar  el
         resultado  de  una  operación  quirúrgica  o  de  la  quimioterapia  según  el  momento  en  que  se  lleven  a
         cabo.  Por  ejemplo:  las  mujeres operadas de cáncer de mama durante el período menstrual o en la
         semana previa tienen cuatro veces más posibilidades de sufrir una reproducción de la enfermedad y
         de  morir  en  un  período  de  diez  años,  comparadas  con  mujeres  sometidas  a  cirugía  entre  los  días
         séptimo y vigésimo del ciclo menstrual (este descubrimiento concuerda con un estudio preliminar del
         Centro Médico Albany de Nueva York). El motivo puede ser que las hormonas liberadas alrededor del
         período  menstrual  anulan  el  sistema  inmunológico.  Al  promediar  el  ciclo,  en  cambio,  las  células
         inmunológicas   depredadoras  pueden   estar  presentes  en  gran  número  y  destruir  a  cualquier  célula
         maligna que el cirujano pase por alto.
            Sincronizar  la  quimioterapia  ajustándose  a  los  biorritmos  del  cuerpo  también  ha  ayudado  a
         pacientes  de  cáncer  de  vejiga,  colo-rectal,  pancreático  o  de  ovarios,  según  investigadores  de  la
         Universidad de Texas, en Houston. Puesto que las células cancerígenas tienen modelos de actividad
         diferentes  de  las  células  normales,  es  mejor  suministrar  drogas  cuando  las  células  cancerígenas
         están activas, y las normales, inactivas; por ende, se pueden dar dosis menores y reducir la toxicidad.
            Después   de  extensas  pruebas  de  muchas  funciones  críticas  en  diversos  momentos  del  día,  los
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