Page 295 - La introduccion de la Segunda Venida de Cristo a Su Iglesia.indb
P. 295
La Tercera eTapa 289
obras que Yo hago, vosotros también las haréis; mayores que estas, porque Yo voy a Mi Padre”.
Así como dije hace un rato, cuando María trató de identificarlo a Él como el hijo de José, Él
la corrigió. ¡Sus Palabras no pueden fallar! Él lo dijo: “Los cielos y la tierra pasarán, pero Mis
Palabras no lo harán”.
173 Cuando escuchamos la Sinfonía llevando el ritmo, cambiando, a punto de cambiar, es
una encrucijada. Vemos a medida que Él comienza a–a tocar, y vemos: “Las obras que Yo
hago, vosotros también haréis, y mayores que estas haréis”. “Mayores”, Él lo prometió. Y nos
preguntamos cómo pudiera ser.
174 Pero ¿se fijaron cuando Él hizo Su primer milagro? Él tomó agua y la convirtió en vino.
¿Verdad que sí? Él tomó agua, lo cual potencialmente algún día pudiera haber sido vino, pero
primero fue agua.
175 Y cuando Él alimentó a cinco mil, ¿qué hizo? Él tomó algo que había sido como el agua:
Él tomó un pez que una vez nadaba y nació de un huevo; y Él lo partió, y otro pez se desarrolló
en la creación que era la creación original. Él tomó pan que una vez fue trigo, y era una semilla,
y llegó a ser pan; y Él partió de este pan y de allí la creación sólo se multiplicó.
176 Pero en el bosque, no había nada allí para crear una ardilla. “Sea”, y allí estaba, sin nada
de dónde tomarla. ¿Qué es? ¡El mismo Jesucristo! ¿Ven? “Cosas mayores que estas haréis,
porque Yo voy a Mi Padre”. Sin tomar algo ya creado (partir un pedazo de eso y multiplicar
una creación), sino una absoluta creación. Mostrando que Él es el mismo Jehová que estuvo
allá atrás y dijo: “Sea”, y hubo. ¡Su Palabra fue manifestada! Cuando Él fue hecho carne en la
Tierra, Él tomó de Su Creación original, la partió y la multiplicó. Pero ahora en los últimos días,
cuando Él desciende entre nosotros otra vez, es la misma Luz que bajó, dijo: “Sea la luz”. ¿Ven?
Él solo habla la creación a existencia. “Mayores que estas haréis, porque Yo voy a Mi Padre”.
Recuerden, estamos en esos tiempos.
(…) 266 Y todos sabemos que esa es la identificación. Sabemos lo que es la Tercera Etapa.
Todos nosotros, todos lo entendemos. Ahora, ustedes recibieron, tendrán la cinta. ¿Ven? Y creo
que solo estará descansando por un tiempito, hasta que venga la gran hora de persecución. Allí
es cuando será. Hablará. Se manifestará igual como las cinco señales consecutivas sin fallar,
perfectamente. Y ahora pienso, solo esperen, ¿ven?, para ver lo que hace. Ahora regresaré de la
misma manera, una y otra vez, para investigar.
267 Reuniones cortas, trataré de tenerlas, salir temprano cada noche. Tener solo unos treinta
minutos, y hablar algo acerca de sanidad divina, o algo así. Y cuando esté listo otra vez para
hacer una cinta, correré aquí o allá a la parte de atrás del desierto, o al tabernáculo, o a alguna
parte donde se pueda hacer una cinta, en donde estemos entre nosotros, donde puedo decir lo
que deseo, de esa manera. Pero ¿ven?, Jesús…
268 Recuerden. ¿Ven? Yo tengo que vigilar. Cuando veo a esa gente apartarse en completa
arrogancia, creo que he tratado de expresarlo en esta mañana: es densa oscuridad sobre ellos.
No lo pueden evitar. Yo los perdono, ¿ven?, por no escuchar. Y viendo las cosas que Dios ha
hecho, y aún no lo hacen. No obstante, oro: “Dios, perdónalos”. Y lo digo de todo corazón. No
lo digo porque mi Maestro lo dijo, sino porque yo–yo quiero sentir primero en mi corazón que
soy sincero.