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               Ni el Gran Hermano ni Goldstein se nos muestran a lo largo de 1984. Tan sólo disponemos de
            referencias inconcretas: el Gran Hermano es bueno, es la esencia y elemento unificador del Estado,
            es amor; Goldstein es malo, es el enemigo externo e interno que amenaza con disgregar el Estado,
            es odio. Sin el uno, el otro no podría existir. El Gran Hermano necesita a Goldstein para que su
            dictadura y el estado de guerra perpetuo que su régimen mantiene adquieran algún sentido.
               Siguiendo la lógica de la novela, el Gran Hermano tiene agentes muy poderosos encargados de
            perpetuar al Partido en el Poder. El Ministerio del Amor es el más notable. Todo el peso del Estado
            se  encamina  a  mantener  a  los  súbditos  fuera  del  alcance  de  la  nefasta  influencia  de  Goldstein.
            O'Brien es el máximo ejemplo, capaz de tender una trampa a Winston y Julia para anularlos como
            personas, pues han caído en el crimental.
               Ahora bien, ¿cuáles son los agentes de la Hermandad de Goldstein? En los Dos Minutos de Odio
            se  proyectan  imágenes  de  Goldstein,  el  enemigo  eterno,  sobre  un  fondo  bélico,  la  guerra  que
            Oceanía  libra  con  Eurasia.  Pero  Goldstein  no  es  el  Gran  Hermano  eurasiático,  sus  motivaciones
            pueden haberlo llevado a traicionar a su país, probablemente se encuentre refugiado en Eurasia si
            con  ello  ayuda  a  derrocar  al  Gran  Hermano,  pero  en  ningún  caso  resulta  creíble  la  idea  de  que
            domine  los  destinos  de  los  eurasiáticos.  Goldstein  lucha  contra  el  Gran  Hermano  (y,  por  ende,
            contra  Oceanía),  pero  no  es  un  líder  con  poder  efectivo.  Según  la  propaganda  de  guerra,  es
            identificado con Eurasia, el actual enemigo de Oceanía. Pero, como vemos al final de la novela, el
            enemigo de Oceanía ya no es Eurasia sino Asia Oriental, y siempre ha sido el enemigo, el único
            enemigo. Goldstein pasará entonces a ser un traidor vendido a Asia Oriental. Realmente hace falta
            un esfuerzo de doblepensamiento, al alcance de todos los miembros del Partido y muchos de los
            perfectos ciudadanos, para creer en estos vaivenes. Pero el combate contra el Gran Hermano no se
            desarrolla en el frente exterior, sino en la realidad cotidiana. La Hermandad es una organización que
            funciona dentro de Oceanía. Necesita, pues, agentes infiltrados en la sociedad.
               ¿Quiénes son estos agentes? Durante un tiempo, Winston y Julia. Son los únicos que conocemos.
            O'Brien les advierte de que tarde o temprano los detendrán y sustituirán por otros, en una espiral
            aparentemente  sin  fin,  en  la  que  el  crimental  conduce  irrevocablemente  a  la  Hermandad,  la
            Hermandad  conduce  irremediablemente  al  Ministerio  del  Amor  (la  temida  habitación  101)  y  el
            Ministerio del Amor conduce irremediablemente a la vaporización y la nopersona, el no ser, el no
            haber existido nunca. "Tú no existes", replica O'Brien a Winston en un momento de su lavado de
            cerebro.
               O'Brien. Siempre O'Brien. El agente secreto de la Policía del Pensamiento. El amigo de Winston
            que se le aparece en sueños para inducirlo al crimental. El agente de la Hermandad.
               Gran  Hermano.  Hermandad.  O'Brien.  Tres  vértices  de  un  triángulo.  Una  persona  que,  en
            apariencia,  actúa  como  agente doble. Aunque, si nos detenemos  a pensar, se trata de un pésimo
            agente doble, pues siempre, inevitablemente, los agentes que gana para la causa de la Hermandad
            (Goldstein) terminan siendo torturados por él mismo en el Ministerio de la Verdad.
               La pregunta que uno se plantea es: ¿Existe verdaderamente Emmanuel Goldstein? ¿No se tratará
            de un cebo que las autoridades ponen a disposición de los incautos cuyas convicciones flaquean y,
            no  siempre  por  su  propia  voluntad,  incurren  en  el  crimental?  Goldstein  es  el  enemigo  del  Gran
            Hermano, resulta evidente que su naturaleza ha sido desvirtuada por la propaganda del régimen para
            convertirlo también en el enemigo de Oceanía, en la encarnación de todos sus males. El juramento
            que Winston y Julia realizan de sumisión a la Hermandad es una declaración de guerra al Estado. Si
            la naturaleza de Goldstein ha sido desvirtuada tras su presunta huida de Oceanía; si nada de lo que
            asegura la propaganda es cierto; si nadie ha visto a Goldstein y sus únicos agentes son en realidad
            miembros de la policía secreta del régimen, ¿qué nos impide pensar que en realidad Goldstein es
            una fabulación, un invento del régimen, un archienemigo diseñado para glorificar por defecto  al
            Gran Hermano y para cazar a los disidentes? Es probable que en el pasado existiera un Emmanuel
            Goldstein, que se enfrentase con el Gran Hermano y que tuviese que huir de Oceanía; pero de ahí a
            suponer que ejerza una influencia decisiva en la lucha contra el régimen media todo un abismo.
            Sabemos que el trotskismo no influyó en la lucha interna contra el estalinismo. Había otras fuerzas
            (religiosas,  nacionalistas,  cívicas)  que,  indiscutiblemente  apoyadas  desde  el  exterior  (por  el
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