Page 298 - PRIMERAS PAGS CAMINO SERVIDUMBRE.qxp
P. 298

CONDICIONES MATERIALES Y FINES IDEALES

               progreso futuro.Quienes esto demandan muestran,por sus propias deman-
               das, que todavía no han comprendido hasta qué punto la mera conservación
               de todo lo que hemos logrado depende de la coordinación de los esfuerzos
               individuales mediante fuerzas impersonales.


                                            *   *   *


                  Tenemos que volver nuevamente al punto crucial: que la libertad indi-
               vidual no se puede conciliar con la supremacía de un solo objetivo al cual
               debe subordinarse completa y permanentemente la sociedad entera.La única
               excepción a la regla de que una sociedad libre no puede someterse a un solo
               objetivo la constituyen la guerra y otros desastres temporales, circunstan-
               cias en las que la subordinación de casi todo a la necesidad inmediata y apre-
               miante es el precio por el cual se preserva a la larga nuestra libertad. Esto
               explica también por qué son tan equívocas tantas de las frases de moda respecto
               a la aplicación con fines de paz de lo que hemos aprendido a hacer con fines
               de guerra:es razonable sacrificar temporalmente la libertad para hacerla más
               segura en el futuro;pero no puede decirse lo mismo de un sistema propuesto
               como organización permanente.
                  A ningún propósito singular debe atribuirse en la paz una preferencia
               absoluta sobre los demás, y esto vale incluso para aquel objetivo que por el
               común consenso ocupa ahora el primer lugar:la supresión del paro.Sin duda,
               éste tiene que ser el objetivo de nuestros mayores esfuerzos; pero aun así,
               ello no significa que se deba permitir a esta finalidad que nos domine hasta
               excluir toda otra cosa; que, según el dicho irreflexivo, deba lograrse «a cual-
               quier precio».Es,en efecto,en este campo donde la fascinación de vagas pero
               populares frases,como la «plena ocupación»,puede muy bien conducir a me-
               didas extremadamente miopes, y donde el categórico e irresponsable «tiene
               que hacerse a toda costa»,de los idealistas ingenuos,es probable que ocasione
               el mayor daño.
                  Es de la máxima importancia que nos acerquemos con los ojos abiertos
               a la tarea que en este campo habrá de afrontarse después de la guerra, y que
               nos hagamos cargo lúcidamente de qué es lo que cabe lograr.Uno de los rasgos
               dominantes de la situación al término de la guerra lo constituirán los cien-
               tos de miles de hombres y mujeres que por las especiales necesidades del

                                              297
   293   294   295   296   297   298   299   300   301   302   303