Page 70 - complot contra la iglesia
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Capítulo Segundo
ALGO MÁS SOBRE LAS CREENCIAS RELIGIOSAS DE LOS JUDÍOS
La falsa interpretación de las Sagradas Escrituras hizo a los judíos
apartarse cada día más de la primitiva religión de los hebreos que les fue
revelada por Dios a través de Abraham, Moisés y los profetas, para llegar, con
la aparición del Talmud y de la Cábala, a una creencia sectaria, anticristiana e
imperialista, que nada de común tiene con la primitiva Verdad Revelada.
Utilizamos para demostrarlo, entre otras pruebas, pasajes de esos mal
llamados libros sagrados que sirven de base a la religión del judaísmo
moderno.
En el presente capítulo se verá algo más sobre las creencias religiosas
de los llamados judíos fieles para poder demostrar, con mayor claridad, que
ninguna afinidad o parentesco existe entre éstas y la religión de los cristianos.
Lo primero que debe tomarse en cuenta al abordar el problema de la
religión judía moderna, es que se trata de una religión secreta, a diferencia de
las demás religiones cuyos dogmas, doctrinas y ritos son de carácter público y,
por lo tanto, pueden ser conocidos por cualquier extraño a ellas.
Los judíos, después de la crucifixión del Señor, fueron –a través de los
siglos- ocultando a los cristianos y a los gentiles todas aquellas doctrinas y ritos
que, por constituir una amenaza contra los demás hombres, necesitaban
mantener en secreto. Temían, con toda razón, que al conocer su doctrina, las
gentes reaccionaran violentamente en contra de los judíos.
Ya en un texto talmúdico puede leerse lo siguiente:
“Comunicar algo de nuestra ley a un gentil equivale a al muerte de los
hebreos, pues si los Goyim (gentiles) supieran lo que nosotros enseñamos a
propósito de ellos, nos exterminarán sin más” (13).
La mentira ha sido el arma principal de lo que Cristo Nuestro Señor
llamó, ya desde entonces, la “Sinagoga de Satanás”. Con mentiras y engaños
han controlado a los pueblos en sus revoluciones masónicas y con mentiras y
engaños llevan a las revoluciones comunistas. baste decir que hasta se valen
de la mentira para los asuntos relacionados con su propia religión.
A los cristianos y a los gentiles los engañan haciéndoles creer que la
actual religión judía es como todas las demás: que se limita a rendir culto a
Dios, a fijar normas de moralidad y a defender los valores del espíritu. Pero
tienen mucho cuidado de ocultar que su religión es, en realidad, una secta
secreta que conspira para destruir a la Cristiandad, que sigue odiando a muerte
a Cristo y a su Iglesia y que trata de dominar primero y esclavizar después a
los demás pueblos de la Tierra.
No es de extrañar, por lo tanto, que en su propio libro sagrado, el
Talmud, afirmen que si los gentiles (entre los que incluyen a los cristianos)
“supieran lo que nosotros enseñamos acerca de ellos, nos exterminarían sin
más”.
La historia nos demuestra lo acertado de esta previsión talmúdica. La
Santa Iglesia, al descubrir lo que en secreto enseñaban los maestros o rabinos
a sus fieles, mandó requisar y destruir en diversas ocasiones los libros del
Talmud, ante el peligro que significaban sus enseñanzas para los judíos,
convirtiéndolos en una secta de conspiradores, ladrones y hasta asesinos;
peligro mayor para aquellos que, siendo más fervorosos en su religión,