Page 348 - Mahabharata
P. 348

328                                                                            Mahabharata


                   —Es una fortuna que el éxito haya cortejado al rey y a su hijo. —Luego añadió—:
               Pero no me sorprende, sabía que el príncipe estaba seguro de ganar con Brihannala de

               conductor. El conductor de Indra llamado Matali e incluso el de Krishna, el mejor de
               todos los conductores, palidecerían hasta eclipsarse si se los comparase con Brihannala.
                   El rey deliraba de alegría y dio órdenes de que se decorara la ciudad. Quería que
               la ciudad recibiera a su hijo dándole la bienvenida de una manera gloriosa. Todas sus
               órdenes fueron realizadas. El rey estaba feliz, el palacio era un jardín de dicha.
                   El rey y Yudhisthira estaban sentados juntos, los ojos del rey se posaron sobre
               Sairandhri, la cual estaba de pie a cierta distancia ayudando a decorar la sala, la llamó y
               le dijo:

                   —Sairandhri, ve y trae los dados. Estoy muy feliz, quiero jugar. Yudhisthira dijo:
                   —Si puedo darte un consejo, te recomiendo que no juegues; por favor no juguemos
               ahora. Los sabios prohíben el juego cuando la mente está exaltada.
                   El rey le dijo:

                   —Pero eso es absurdo, no vamos a jugar haciendo apuestas, sólo vamos a pasar el
               rato mientras llega mi hijo. No hay nada malo en que juguemos. Ven y juega.
                   Yudhisthira le dijo:
                   —No, mi señor, este juego es una cosa terrible. Sé que Yudhisthira perdió su reino,
               a sus hermanos y también a su esposa como apuestas en este juego de dados. El juego
               de dados priva al hombre de su sano juicio. Si Yudhisthira hubiera jugado en un estado
               mental normal nunca hubiera sido tan estúpido. El juego se sube a la cabeza como el

               vino y hace que el hombre haga las cosas más inimaginables, tú estás exaltado y tengo
               miedo por ti. Por favor, no juguemos.
                   Pero el rey estaba muy empeñado en jugar, así que Yudhisthira tuvo que acceder.
                   El juego comenzó. La mente de Virata estaba enardecida por la victoria de su hijo. Yu-
               dhisthira también estaba tan excitado como el rey. El éxito de Arjuna le había emocionado.
               El rey dijo:

                   —Estoy orgulloso de la hazaña que ha realizado mi hijo, sólo pensar que ha luchado
               contra todos los héroes kurus me pone muy feliz y emocionado. Estoy orgulloso de mi
               hijo; ha hecho algo grande, ha realizado lo imposible.
                   —Yudhisthira le dijo:
                   —Sí, es tu buena fortuna que Brihannala estuviera allí para sostener las riendas de
               los caballos de tu hijo. Es por eso por lo que el príncipe pudo ganar.

                   Al rey no le gustaron las palabras de Yudhisthira y le dijo:
                   —Dices que no te sorprendes, ¿es que es tan fácil vencer a los héroes del ejército de
               los kurus? Es una gran hazaña. No haces más que hablar de ese eunuco como si fuera
   343   344   345   346   347   348   349   350   351   352   353