Page 375 - El Islam cristianizado : estudio del "sufismo" a través de las obras de Abenarabi de Murcia
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364         Parte III.— Textos: Tadbirat, 234, 235
        te venía y tu alma se sentía entonces tan aficionada al alimento, que
        por eso lo ha previsto, y siendo asi, ¿dónde está el abandono de tu
        alma a la providencia de Dios en ese momento? No lo aceptes, pues,
        aunque estés para morir de necesidad. En cambio, si te viene el soco-
        rro sin tú preverlo, entonces, así que se te presente, examina sin tar-
        danza qué es lo que tu alma siente, en el momento primero en que ves
        con tus ojos aquel socorro que Dios te envía: si adviertes que tu alma
        siente tristeza angustiosa ante el socorro, recházalo y desecha lo que
        te sugiere dudas de conciencia;  si, por el contrario, no sientes triste-
        za angustiosa, sino alegría expansiva, pero esta alegría va acompa-
        ñada de avidez, recházalo también y no lo tomes; finalmente,  si no
        va acompañada de avidez, entonces sí, acéptalo, pero tan sólo en la can-
        tidad estrictamente indispensable para satisfacer la necesidad que tie-
        nes en aquel momento y devuelve el resto al que te ofrece el socorro.
        Y ya no sigas habitando de asiento en aquel lugar y márchate de allí.
        Si la ciudad en que estabas es muy grande, vete a otro barrio de ella.
        Pero tampoco acudas a aquellos lugares en que acostumbra a hacer li-
        mosnas  la gente, como son las rápitas o conventos, las mezquitas y
        otros lugares parecidos. Todo esto debes observarlo, a fin de que tu
        fe viva en la providencia se fortalezca, pues  si no lo haces asi, trai-
        cionas a tu propia alma. Ni des oídos al sufí que te diga, hablándote
        de su morada: "Yo no veo más que a mi Señor", a no ser que te lo
        diga después de haber soportado la dura prueba que te acabo de ex-
        plicar. Entonces,  sí; porque hacerlo de buenas a primeras es con-
        ducta propia de gente vaga e inútil.
                6. ° —ARTICULO SOBRE LA VIDA EN COM,UN

          La vida en común es la peor para el novicio, pues el camino de la
        perfección [235] se funda sobre el cimiento de la ruptura de las amis-
        tades habituales y el abandono de las aficiones, y como la compañía
        engendra la familiaridad y la amistad, que luego, al sobrevenir la se-
        paración, producen en  el alma un sentimiento doloroso que  la alte-
        ra profundamente, por eso abominamos de  la vida en común. Por
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