Page 408 - El Islam cristianizado : estudio del "sufismo" a través de las obras de Abenarabi de Murcia
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Carismas de visión 397
Este es el proceso del camino espiritual, hasta que el alma llega a una
intuición, tras de la cual ya no existe acto ascético exterior. Esa última
intuición es la intuición esencial.
1 1."—CARISMAS DE VISION]
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[63] Son de varias especies. Una es, v. gr., ver físicamente al visi-
tante, desde gran distancia y mucho antes de llegar o tras de una cor-
tina muy espesa; ver el templo de la Caaba, al hacer la oración litúr-
gica, a fin de orientarse hacia ella, etc. Otra especie es, por ejemplo,
contemplar el mundo celestial, espiritual y terreno. El propósito de
Dios con estos últimos carismas es poner ante el alma del siervo sus
maravillas y prodigios, para fomentar en ella el anhelo de conservar
el grado de perfección lograda y animarla a seguir por el mismo ca-
mino... El mundo espiritual celestial son los ángeles... y el celestial
terreno son los abdales (1). Contempla, pues, el místico a los ánge-
les... que, como dice Dios (Alcorán, XXI, 20; XLII, 3), le glorifican
sin cesar noche y día e interceden por el perdón de los que creen y de
todos cuantos viven en la tierra. ¿Cuál crees, pues, hijo mío, que será
el estado de alma de esa persona que goza de la compañía de tales
señores, exentos de toda tibieza y negligencia en el servicio de Dios?
¿Dejará de estar acaso un solo momento con la vista y el pensamien-
to fijos en su propia alma y en su imperfección moral, al contemplar
las varias especies de [64] buenas obras que debiera practicar en
aquella excelsa morada?... El mundo espiritual terreno significa to-
dos los siervos de Dios que han logrado adquirir en la tierra las cua-
lidades de los ángeles, es decir, la presencia de Dios en el campo de
batalla de la mortificación y del combate ascético, revistiéndose de los
atributos de la perfección espiritual.
[Así como el sol cuece el oro, encerrado en el mineral aurífero,
hasta hacerlo aparecer puro de escorias sobre la superficie de la tie-
rra y volatilizarse desprendiéndose del suelo y elevándose en la at-
(1) Cfr. supra, parte primera, [, pá<í. 41, nota 2.