Page 451 - El Islam cristianizado : estudio del "sufismo" a través de las obras de Abenarabi de Murcia
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        440        Parte III.—Textos: Anwar, 19, 20, 21
        varios reinos de la naturaleza. Si, pues, te los presenta por su orden,
        primero se te revelarán las secretas virtudes de las piedras, así las pre-
        ciosas como las otras, y conocerás  el misterio de cada piedra y su
        propiedad peculiar, tanto para el daño como para el provecho. Si te
        enamoras apasionadamente de este favor divino, con  él te quedarás
        y de Dios apartado serás y su recuerdo será borrado de tu memoria,
        quedándote perplejo.
          Mas  si vuelves a pedirle su ayuda y te refugias a su lado entre-
        gándote de nuevo a la oración mental, entonces El te quitará de delante
        aquello y te revelará los misterios de las plantas: cada hierba te comu-
        nicará sus secretas propiedades, las útiles y las perjudiciales. Sea tam-
        bién tu norma con ellas, como en  el caso de la primera revelación.
          Durante aquella revelación primera, debes alimentarte con manja-
        res cuya naturaleza sea muy cálida y húmeda; en cambio, durante esta
        otra revelación vegetal, debes alimentarte de manjares cuyo calor y
        humedad no sean excesivos, sino más bien en un grado intermedio.
          Si no te detienes ante esta segunda revelación, se te manifestarán
        los animales; cada uno te entregará el secreto de sus virtudes peculia-
        res ocultas, así las útiles como las perjudiciales.
          Cada uno de estos tres reinos de la naturaleza te dará también a
        conocer la jaculatoria peculiar con que alaba y glorifica a Dios. Mas
        aquí hay un punto sutil, que es el siguiente:  si observas que la jacu-
        latoria, con que cualesquiera de esos seres de los tres mundos glorifi-
        can a Dios, es idéntica a la jaculatoria misma que tú empleas en el
        ejercicio de tu oración mental, entonces tu revelación será imaginativa
        y no real, puesto que tal identidad no obedece sino a que [20] el estado
        místico de tu propio espíritu se te representa como subsistente en los
        seres; en cambio, si los contemplas glorificando a Dios con jaculato-
        rias de diferentes especies, entonces tu revelación es auténtica.
          Esta ascensión es la ascensión del análisis gradual, pues en cada
        uno de estos tres mundos vas recibiendo la iluminación divina (1).
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          (  )  El texto dice  , en vez de .jA/JJl Q ue existe  el contexto. Todo
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        el pasaje resulta oscuro, así por su terminología esotérica, como por su extre-
        mada concisión. No es tampoco segura la corrección del texto.
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