Page 34 - MANOA VR E.I.
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para sostener el relato. En esta lógica, lo virtual no busca imitar la realidad de manera
               literal, sino transformarla en un espacio estético y simbólico que amplifica las tensiones

               narrativas.
                       El guion se apoyó en esta premisa para plantear escenarios que oscilan entre

               lo real y lo recreado digitalmente. Lugares cotidianos —la oficina de Víctor, el bar que

               frecuentaba, su hogar, las calles por donde transitaba— fueron reconstruidos con una
               estética noir, lo que permitió potenciar poéticamente las atmósferas de soledad, desgas-

               te y frustración que atraviesan la vida del personaje.

                       De esta forma, los escenarios digitales se constituyeron como una capa drama-
               túrgica activa, no solo como soporte técnico para insertar a los intérpretes filmados en

               pantalla verde, sino como espacios que dialogan con las acciones físicas repetitivas, in-

               tensifican las atmósferas y ofrecen al espectador una experiencia inmersiva. Al articu-
               lar lo real con lo virtual, los entornos se convirtieron en lugares habitados que contienen

               memoria y emoción, más que simples simulaciones decorativas.
                       Así, la creación escénica se sostuvo en un doble registro: los cuerpos reales de los

               intérpretes y los entornos virtuales que expanden sus presencias. Esta tensión entre lo

               humano y lo digital, entre lo vivido y lo recreado, es lo que permitió construir el dispo-
               sitivo inmersivo del teaser VICTOR.

                       ●      Una estética cromática reducida: Durante el proceso de creación, encon-
               tramos un punto de encuentro entre la construcción de entornos inmersivos y las ac-

               ciones físicas a partir de una estética cromática deliberadamente reducida. Al limitar

               la paleta de colores, los intérpretes no aparecían como cuerpos naturalistas, sino como
               siluetas contrastadas, figuras que se funden con los escenarios virtuales y, al mismo

               tiempo, destacan dentro de ellos.

                       Esta elección estética permitió que las acciones físicas repetitivas —caminar, vi-
               gilar, limpiar, esperar— adquirieran una dimensión simbólica mayor: más que ilustrar

               la trama, los cuerpos convertidos en siluetas se transformaron en signos cargados de

               tensión. De esta manera, la economía cromática no simplifica la narración, sino que la
               complejiza, al sumergir al espectador en una atmósfera de misterio, incertidumbre y

               opresión que dialoga directamente con la historia de Víctor y con la letra de la canción.
                       En este sentido, la estética cromática reducida funcionó como un lenguaje integrador
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