Page 17 - DIALOGOS ACOFAEN LIBRO 1
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ASOCIACIÓN COLOMBIANA DE FACULTADES Y ESCUELAS DE ENFERMERÍA
cuando fuimos al colegio seguimos repitiendo muchas cosas de las que nos enseñaron
los profesores y las aprendimos de memoria.
Dentro de mi proceso educativo traigo aquí una anécdota: Cuando yo estaba en
bachillerato me decía el profesor de Filosofía: dé la lección y salga fuera del aula
porque usted de pronto empieza a hablar con sus compañeras y para que no haya
desorden, es mejor que usted se salga después que dé la lección. Pero era una
repetición del texto de algo que no aprendí sino de memoria, sin permitirme aprender
de mis compañeros, de lo que ellos aportaban en relación con esa temática que se
estaba tratando. Hoy que recuerdo esta anécdota, siento que nosotros castramos y le
quitamos al niño y a nuestro estudiante esas cien maneras de soñar, de pensar, de
imaginar, de expresarse, y les robamos los otros mundos para completar los cien.
Qué importante, en esta pedagogía, la escucha. Al principio yo les mencionaba esa
escucha como el diálogo permanente entre yo y el otro, o entre el otro y yo, esa
escucha que es visible, esa escucha que a veces no la oímos porque nos hacemos del
oído sordo para escuchar al otro. Consideremos que el alumno, el profesor, el maestro
mediador, el aprendiz, como lo queramos llamar, es un adulto que debe escuchar, que
debe aprender del otro en la escucha, que debe oír las preguntas que le hace el otro.
Recuerdan ahora que en el primer tema que hablaba yo, cuando el niño nos
preguntaba y nos decía: mamá o papá ¿cómo se hace esto?, ¿esto para qué sirve?.
Es muy importante esta exibilidad o espacio en el escenario de aprendizaje, donde
yo le comparto al otro y el otro me comparte a mí ese signicado de su saber que nos
va a permitir un diálogo cálido de empatía; como lo mencionaba anteriormente,
atender al otro en sus sentimientos, en sus emociones, en sus miedos y en sus angustias.
Debemos tener en cuenta otros aspectos importantes relacionados con lo cotidiano,
esa mirada que nosotros damos a lo que sucede actualmente en nuestro alrededor,
o lo que es nuestra realidad, y que también es parte de la filosofía que propone el
pedagogo Loris, el valor de las situaciones que se producen en la vida y que
contribuyen a una formación de manera natural; qué pasa hoy en día en nuestras casas,
qué sucede hoy en esta pandemia o en otras circunstancias adversas que ocurren en
la humanidad, a mi alrededor, qué pasa con la pandemia en la ciudad, en mi barrio,
cómo podemos dialogar con nuestros hijos, con los que estamos conviviendo, o cómo
dialogamos a través de estas plataformas que hoy en día nos han puesto para que
podamos intercambiar con nuestros estudiantes ese conocimiento que ellos tienen, y
que nosotros queremos darles para buscar un signicado.
Es importante reexionar sobre lo dicho anteriormente; no dejemos que las clases de
nosotros, por estas plataformas, se conviertan simplemente en yo transmitirle al otro mi
saber; no escuchemos el saber de los demás, pongámoslos a hacer actividades que
el otro y la otra puedan comparar con los participantes para buscar un signicado en
ese conocimiento. Renovemos, trabajemos diferentes momentos en los cuales podamos
aprender conjuntamente sin tener como regla la continuidad. Muchas veces, cuando
iniciamos las clases, decimos: “Vamos a continuar con la temática que dejamos ayer”;
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