Page 24 - DIALOGOS ACOFAEN LIBRO 1
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ASOCIACIÓN COLOMBIANA DE FACULTADES Y ESCUELAS DE ENFERMERÍA

               inventamos un plato nuevo en nuestra casa para el almuerzo, o realizamos una pintura,
               o un nuevo recurso en la profesión que desarrollamos.

               11) Por último está la existencial que nos lleva a pensar sobre el sentido de la vida y
               de la muerte; es hacernos preguntas acerca de cómo nos vemos nosotros en este
               mundo, qué misión estamos cumpliendo en la tierra, a qué vinimos nosotros al mundo,
               cuál es nuestra meta y cuál será la manera como vamos a alcanzar esa felicidad. Muy
               diferente  la  inteligencia  existencial  de  la  inteligencia  religiosa,  que  algunos  la
               confunden, pues la inteligencia religiosa no es una inteligencia nos dice Gardner. Para
               algunos autores son simplemente nuestras tendencias y creencias religiosas.

               Para concluir esta parte, se ha incluido una nueva inteligencia que Goleman, en el año
               1995, propuso: la Inteligencia Emocional, donde este mismo autor trató de unir la
               inteligencia  interpersonal  e  intrapersonal  que  había  relacionado  Gardner.  En  ella
               Goleman  habla  del  autocontrol,  la  autoconciencia,  la  empatía  y  las  habilidades
               sociales. En esta inteligencia, el autor hace mención a nuestras emociones, cuándo me
               da miedo, cuándo siento tristeza, cuándo estoy alegre o cuándo siento animadversión
               hacia otras cosas; ella me permite entender cuáles son mis propias emociones y cómo
               las manejo. Por ejemplo, si tengo una ira muy horrible e intensa ¿qué debo hacer? Debo
               recapacitar antes de reaccionar. Igualmente, qué motivación tengo yo en mi vida, por
               qué tengo esa persistencia por alcanzar esa meta  y cómo la quiero alcanzar, no
               pisoteando a los demás, sino de pronto ayudándome ellos mismos para alcanzar esa
               meta, y yo también ayudándoles a ellos.

               Otro aspecto que se contempla dentro de esta inteligencia es la empatía, elemento
               al que hemos hecho referencia en varias ocasiones, especicando que ésta es estar
               con el otro, es situarme en el otro, ayudar al otro a conseguir sus metas o a aliviar esas
               emociones  y  sentimientos  que de pronto,  en un momento  determinado,  no son  los
               correctos  para  ese  espacio  o  en  ese  contexto.  Además,  dice  Goleman,  también
               entraría esa capacidad de administrar  nuestras relaciones con los otros; yo quiero
               mucho a esta persona, pero si me hace algo entonces la odio y la quito de mi lado o
               la dejo a un lado. Sin embargo, el ideal al administrar estas relaciones sería atrayendo
               a la otra persona, hablando con ella y diciéndole qué me choca o disgusta, para que
               entre las  dos resolvamos los inconvenientes y arreglemos la situación. Éstas son las
               principales razones que Goleman nos propone en la inteligencia emocional y social.

               Recordemos que esta inteligencia emocional siempre está presente en nuestro sistema
               límbico; él es el que habla de nuestras emociones y está en nuestro cerebro, en un
               órgano  muy  importante  conocido  como  la  amígdala  donde  se  ubican  nuestras
               emociones, las que nos hacen reaccionar al miedo, a la tristeza, a la alegría, a la
               felicidad,  a la adversidad. A  veces nos preguntamos  qué  le  pasó  a  esa persona
               porque ya no tiene emociones y no reacciona ante ningún estímulo; debe ser que su
               sistema límbico, donde está la amígdala, no está funcionando.




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