Page 209 - Drácula
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Drácula de Bram Stoker


                  días han acontecido varios casos de pequeños niños que vaga
                  bundean de su hogar o se olvidan de regresar de su juego en el
                  Brezal. En todos estos casos los niños han sido demasiado pe
                  queños como para poder dar adecuadamente una explicación
                  inteligible de lo sucedido, pero el consenso de sus culpas es que
                  han estado con la "dama fanfarrona". Siempre ha sido tarde por
                  la noche cuando se ha notado su ausencia, y en dos ocasiones
                  los niños no han sido encontrados sino hasta temprano a la ma
                  ñana siguiente. En el vecindario se supone generalmente que,
                  como el primer niño perdido dio como su razón de haberse au
                  sentado que una "dama fanfarrona" le había pedido que se fuera
                  con ella a dar un paseo, los otros han recogido la frase y la han
                  usado en su debida ocasión. Esto es tanto más natural cuanto el
                  juego favorito de los pequeñuelos es actualmente atraerse unos
                  a otros mediante engaños. Un corresponsal nos escribe que ver
                  a los chiquilines pretendiendo ser la "dama fanfarrona", es ver
                  daderamente divertido. Dice que algunos de nuestros caricaturis
                  tas debieran tomar una lección en ironía de lo grotesco compa
                  rando la realidad y el teatro. Sólo es de acuerdo con los princi
                  pios generales de la naturaleza humana que la "dama fanfarro
                  na" deba ser el papel popular en estas representaciones al fres
                  co. Nuestro corresponsal dice ingenuamente que ni Ellen Terry
                  podría ser tan felizmente atractivo como pretenden ser algunos
                  de estos pequeñuelos de cara arrugada, e incluso se imaginan
                  que son.
                         Sin embargo, posiblemente hay un lado serio de la cues
                  tión, pues algunos de los niños, de hecho todos los que han sido
                  perdidos durante la noche, han estado ligeramente rasgados o
                  heridos en la garganta. Las heridas parecen tales que pudieran
                  haber sido hechas por una rata o un pequeño perro, y aunque
                  individualmente carecen de mucha importancia, tienden a mos
                  trar que cualquiera que sea el animal que las causa, tiene un
                  sistema o método propio. La policía del lugar ha sido instruida
                  para que mantenga una aguda vigilancia sobre niños vagabun
                  dos, especialmente si son muy jóvenes, en los alrededores y
                  dentro del Brezal de Hampstead, y también por cualquier perro
                  vagabundo que ande en los alrededores.
                           “Gaceta de Westminster”. 25 de septiembre

                         Extra Especial
                         EL HORROR DE HAMPSTEAD OTRO NIÑO HERIDO





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