Page 215 - Drácula
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Drácula de Bram Stoker


                         —¿La señora Harker?

                         Incliné la cabeza, asintiendo.
                         —¿Fue usted la señorita Mina Murray?
                         Asentí nuevamente.
                         —Es a Mina Murray a quien vengo a ver; a la que fue
                  amiga de la infortunada, querida Lucy Westenra. Señora Mina,
                  en nombre de la muerta vengo.
                         —Caballero —dije yo—, no puede usted tener mejor car
                  ta de presentación que haber sido amigo y médico de Lucy Wes
                  tenra.
                         Y le extendí la mano. Él la tomó y dijo tiernamente:
                         —¡Oh, señora Mina!, yo sé que la amiga de esa pobre
                  muchachita debe ser buena, pero todavía tenía que saber...
                         Terminó su discurso haciendo una reverencia cortés. Yo
                  le pregunté para qué me quería ver, por lo que él comenzó de
                  inmediato:
                         —He leído sus cartas a la señorita Lucy. Perdóneme,
                  pero yo tenía que comenzar las investigaciones en algún lado, y
                  no había nadie a quien preguntar. Sé que usted estuvo con ella
                  en Whitby. Ella algunas veces llevó un diario, no necesita usted
                  mirar sorprendida, señora Mina; lo comenzó después de que
                  usted se hubo venido y era una imitación del suyo, y en ese
                  diario ella rastrea por inferencia ciertas cosas relacionadas con
                  un sonambulismo, y anota que usted la salvó. Con gran perpleji
                  dad entonces yo vengo a usted, y le pido, abusando de su mu
                  cha amabilidad, que me diga todo lo que pueda recordar acerca
                  de eso.
                         —Creo que le puedo decir a usted, doctor van Helsing,
                  todo lo que sucedió.
                         —¡Ah! ¡Entonces usted tiene buena memoria para los
                  hechos, para los detalles! No siempre sucede lo mismo con to
                  das las jóvenes.
                         —No, doctor, pero sucede que escribí todo lo que suce
                  día. Puedo mostrárselo, si usted quiere.
                         —¡Oh, señora Mina, se lo agradezco mucho! Me honrará
                  y me ayudará usted muchísimo.




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