Page 217 - Drácula
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Drácula de Bram Stoker
—¡Oh, señora Mina! —me dijo—, ¿cómo puedo decirle
lo que le debo? Este papel es claro como el sol. Me abre las
puertas. Estoy aturdido, deslumbrado por tanta luz, y sin embar
go, unas nubes rondan siempre detrás de la luz. Pero eso usted
no lo comprende; no lo puede comprender. ¡Oh! Pero le estoy
muy agradecido. Es usted una mujer muy lista. Señora agregó
esta vez con tono solemne—, si alguna vez Abraham van Hel
sing puede hacer algo por usted o los suyos, espero que usted
me lo comunique. Será un verdadero placer y una dicha si puedo
servirla a usted como amigo; como amigo, pero con todo lo que
he sabido, todo lo que puedo hacer, para usted y los que usted
ama. Hay oscuridades en la vida y hay claridades; usted es una
de esas luces. Usted tendrá una vida feliz y una vida buena, y su
marido será bendecido en usted.
—Pero, doctor, usted me alaba demasiado, y no me co
noce.
—¡No la conozco...! Yo, que ya soy un viejo, y toda mi
vida he estudiado a hombres y mujeres; yo, que he hecho del
cerebro y de todo lo que con él se relaciona y de todo lo que
surge de él, mi especialidad. Y he leído su diario, que usted tan
bondadosamente ha escrito para mí, y que respira en cada línea
veracidad. Yo, que he leído su carta tan dulce para la pobre Lucy
contándole de su casamiento y confiándole sus cuitas. ¡Cómo no
la voy a conocer! ¡Oh! señora Mina, las buenas mujeres dicen
toda su vida, y día a día, hora por hora y minuto a minuto, mu
chas cosas que los ángeles pueden leer; y nosotros los hombres
que deseamos saber tenemos dentro algo de ojos de ángel. Su
marido es de muy noble índole, y usted también es noble, pues
confía, y la confianza no puede existir donde hay almas mezqui
nas. Y su marido, dígame, ¿está bien? ¿Ya cesó la fiebre, y está
fuerte y contento?
Aquí vi yo una oportunidad para consultarlo acerca de
Jonathan, por lo que dije:
—Ya casi se había alentado, pero se ha puesto muy in
quieto por la muerte del señor Hawkins.
El médico me interrumpió:
—¡Oh, sí! Ya lo sé. Leí sus últimas dos cartas.
Yo continué:
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