Page 260 - Drácula
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Drácula de Bram Stoker
Del diario de Mina Harker
29 de septiembre. Después de instalarme, descendí al
estudio del doctor Seward.
En la puerta me detuve un momento, porque creí oírlo
hablar con alguien. No obstante, como me había rogado que no
perdiera el tiempo, llamé a la puerta y entré al estudio una vez
que me dio permiso para hacerlo.
Me sorprendí mucho al constatar que no había nadie con
él. Estaba absolutamente solo, y sobre la mesa, frente a él, se
encontraba lo que supe inmediatamente, por las descripciones,
que se trataba de un fonógrafo. Nunca antes había visto uno y
me interesó mucho.
—Espero no haberlo hecho esperar mucho —le dije—;
pero me detuve ante la puerta, ya que creí oírlo a usted hablan
do y supuse que habría alguna persona en su estudio.
—¡Oh! —replicó, con una sonrisa—. Solamente estaba
registrando en mi diario los últimos acontecimientos.
—¿Su diario? —le pregunté, muy sorprendida.
—Sí —respondió —, lo registro en este aparato. Al tiem
po que hablaba, colocó la mano sobre el fonógrafo. Me sentí
muy excitada y exclamé:
—¡Vaya! ¡Esto es todavía más rápido que la taquigrafía!
¿Me permite oír el aparato un poco?
—Naturalmente —replicó con amabilidad y se puso en
pie para preparar el artefacto de modo que hablara.
Entonces, se detuvo y apareció en su rostro una expre
sión confusa.
—El caso es —comenzó en tono extraño que sólo regis
tro mi diario; y se refiere enteramente..., casi completamente..., a
mis casos. Sería algo muy desagradable... Quiero decir...
Guardó silencio y traté de ayudarlo a salir de su confu
sión.
—Usted ayudó en la asistencia a mi querida Lucy en los
últimos instantes. Déjeme escuchar cómo murió. Le agradeceré
mucho todo lo que pueda saber sobre ella. Me era verdadera
mente muy querida.
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