Page 265 - Drácula
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Drácula de Bram Stoker


                  salir del paso ocupándome de otra cosa. Le quité la cubierta a mi
                  máquina de escribir, y le dije al doctor Seward:
                         —Déjeme que le escriba todo esto. Debemos estar pre
                  parados para cuando regrese el doctor van Helsing. Le he en
                  viado un telegrama a Jonathan para que venga aquí en cuanto
                  llegue a Londres, procedente de Whitby. En este caso, las fe
                  chas son importantes, y creo que si preparamos todo el material
                  y lo disponemos todo en orden cronológico, habremos adelanta
                  do mucho. Me ha dicho usted que lord Godalming y el señor
                  Morris van a venir también. Así podremos estar en condiciones
                  de ponerlo al corriente de todo en cuanto llegue.
                         El doctor, de acuerdo con lo dicho, hizo que el fonógrafo
                  funcionara más lentamente y comencé a escribir a máquina des
                  de el principio del séptimo cilindro.
                         Usaba papel carbón y saqué tres copias, lo mismo que
                  había hecho con todo el resto. Era ya tarde cuando concluí el
                  trabajo, pero el doctor fue a cumplir con su deber, en su ronda
                  de visita a los pacientes; cuando terminó, regreso y se sentó a
                  mi lado, leyendo, para que no me sintiera demasiado sola mien
                  tras trabajaba. ¡Qué bueno y comprensivo es! ¡El mundo parece
                  estar lleno de hombres buenos, aun cuando haya también mons
                  truos! Antes de despedirme de él recordé lo que Jonathan había
                  escrito en su diario sobre la perturbación del profesor cuando
                  leyó algo en un periódico de la tarde en la estación de Exéter;
                  así, al ver que el doctor Seward guardaba clasificados sus perió
                  dicos, me llevé a la habitación, después de pedirle permiso para
                  ello, los álbumes de The Westminster Gazette y The Pall Mall
                  Gazette. Recordaba lo mucho que nos habían ayudado los pe
                  riódicos The Dailygraph y The Whitby Gazette ,de los que había
                  guardado recortes, para comprender los terribles sucesos de
                  Whitby cuando llegó el conde Drácula. Por consiguiente, tengo el
                  propósito de examinar cuidadosamente, desde entonces, los
                  periódicos de la tarde, y quizá pueda así encontrar algún indicio.
                  No tengo sueño, y el trabajo servirá para tranquilizarme.
                                  Del diario del doctor Seward

                         30 de septiembre. El señor Harker llegó a las nueve en
                  punto. Había recibido el telegrama de su esposa poco antes de
                  ponerse en camino. Tiene una inteligencia poco común, si es
                  posible juzgar eso por sus facciones, y está lleno de energía. Si
                  su diario es verdadero, y debe ser, a juzgar por las maravillosas




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