Page 268 - Drácula
P. 268
Drácula de Bram Stoker
cabo sus intenciones. No había dejado nada ala casualidad, y la
absoluta exactitud con la que sus instrucciones fueron seguidas
era simplemente un resultado lógico de su cuidado. Vi la factura
y tomé nota de ella: "Cincuenta cajas de tierra común, para fines
experimentales." También la copia de la carta dirigida a Carter
Paterson y su respuesta; saqué copias de las dos. Esa era toda
la información que podía facilitarme el señor Billington, de modo
que me dirigí al puerto a ver a los guardacostas, a los oficiales
de la aduana y al comandante de puerto. Todos ellos tenían algo
que decir sobre la entrada extraña del barco, que ya comenzaba
a tener su lugar en las tradiciones locales; pero no pudieron
añadir nada a la simple descripción "cincuenta cajas de tierra
común". A continuación fui a ver al jefe de estación, que me
puso amablemente en contacto con los hombres que habían
recibido en realidad las cajas. Su descripción coincidía con las
listas y no tuvieron nada que añadir, excepto que las cajas eran
"extraordinariamente pesadas" y que su embarque había sido un
trabajo muy duro. Uno de ellos dijo que era una pena que no
hubiera habido algún caballero presente "como usted, señor",
para recompensar en cierto modo sus esfuerzos, con una propi
na en metálico; otro expresó lo mismo, diciendo que el esfuerzo
hecho les había producido una sed tan grande que todavía no
habían logrado calmarla del todo. No es necesario añadir que,
antes de dejarlos, me encargué de que no volvieran a tener que
hacer ningún reproche al respecto.
30 de septiembre. El jefe de estación tuvo la amabilidad
de darme unas líneas escritas para su colega de King's Cross,
de manera que cuando llegué allá por la mañana, pude hacerle
preguntas sobre la llegada de las cajas. Él también me puso
inmediatamente en contacto con los empleados apropiados y vi
que sus explicaciones coincidían con la factura original. Las
oportunidades de tener una sed anormal habían sido pocas en
este último caso; sin embargo, habían sido aprovechadas gene
rosamente y me vi obligado a ocuparme del resultado de un
modo ex post facto.
De allí me dirigí a las oficinas centrales de Carter Pater
son, donde fui recibido con la mayor cortesía. Examinaron la
transacción en su diario y sus archivos de correspondencia y
telefonearon inmediatamente a su oficina de King's Cross para
obtener más detalles. Afortunadamente, los hombres que se
encargaron del acarreo estaban esperando trabajo y el funciona
rio los envió inmediatamente, mandando asimismo con uno de
ellos el certificado de tránsito y todos los documentos relativos a
267