Page 411 - Drácula
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Drácula de Bram Stoker


                         Deseábamos complacerla y, por consiguiente, asenti
                  mos. Salió de la habitación para buscar el té. Cuando nos que
                  damos solos, van Helsing dijo:
                         —¿Ven ustedes, amigos míos? Está cerca de la tierra:
                  ha salido de su caja de tierra. Pero todavía tiene que llegar a la
                  costa. Durante la noche puede permanecer escondido en alguna
                  parte, pero si no lo llevan a la orilla o si el barco no atracajunto a
                  ella, no puede llegar a tierra. En ese caso puede, si es de noche,
                  cambiar de forma y saltar o volar a tierra, como lo hizo en
                  Whitby. Pero si llega el día antes de que se encuentre en la ori
                  lla, entonces, a menos que lo lleven a tierra, no puede desem
                  barcar. Y si lo descargan, entonces los aduaneros pueden des
                  cubrir lo que contiene la caja. Así, resumiendo, si no escapa a
                  tierra esta noche o antes de la salida del sol, perderá todo el día.
                  Entonces, podremos llegar a tiempo, puesto que si no escapa
                  durante la noche, nosotros llegaremos junto a él durante el día y
                  lo encontraremos dentro de la caja y a nuestra merced, puesto
                  que no puede ser su propio yo, despierto y visible, por miedo de
                  que lo descubran.
                         No había nada más que decir, de modo que esperamos
                  pacientemente a que llegara el amanecer, ya que a esa hora
                  podríamos saber algo más, por mediación de la señora Harker.
                         Esta mañana temprano, escuchamos, conteniendo la
                  respiración, las respuestas que pudiera darnos durante su tran
                  ce. La etapa hipnótica tardó todavía más en llegar que la vez
                  anterior, y cuando se produjo, el tiempo que quedaba hasta la
                  salida del sol era tan corto que comenzamos a desesperarnos.
                  Van Helsing parecía poner toda su alma en el esfuerzo; final
                  mente, obedeciendo a la voluntad del profesor, la señora Harker
                  dijo:

                         —Todo está oscuro. Oigo el agua al mismo nivel que yo,
                  y ciertos roces, como de madera sobre madera.
                         Hizo una pausa y el sol rojizo hizo su aparición. Debe
                  remos esperar hasta esta noche.
                         Por consiguiente, estamos viajando hacia Galatz muy
                  excitados y llenos de expectación. Debemos llegar entre las dos
                  y las tres de la mañana, pero en Bucarest tenemos ya tres horas
                  de retraso, de modo que es imposible que lleguemos antes de
                  que el sol se encuentre ya muy alto en el cielo. ¡Así pues, ten
                  dremos todavía otros dos mensajes hipnóticos de la señora Har




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