Page 417 - Drácula
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Drácula de Bram Stoker


                         —¡Eso es obra de un eslovaco!

                         Nos alejamos de allí apresuradamente, para no vernos
                  envueltos en el asunto y que nos interrogaran.
                         Cuando llegamos a la casa, no pudimos llegar a ninguna
                  solución definida.
                         Estábamos convencidos de que la caja estaba siendo
                  transportada por el agua hacia algún lugar, pero tendríamos que
                  descubrir hacia dónde. Con gran tristeza, volvimos al hotel, para
                  reunirnos con Mina.
                         Cuando nos reunimos todos, lo primero que consultamos
                  fue si debíamos volver a depositar nuestra confianza en Mina,
                  revelándole todos los secretos de nuestras conferencias. La
                  situación es bastante crítica, y esa es por lo menos una oportu
                  nidad aunque un poco arriesgada. Como paso preliminar, fui
                  eximido de la promesa que le había hecho a ella.

                                   Del diario de Mina Harker

                         30 de octubre, por la noche. Estaban todos tan cansa
                  dos, desanimados y tristes, que no era posible hacer nada sin
                  que antes descansaran; por consiguiente, les pedía todos que se
                  acostaran durante media hora, mientras yo lo escribo todo, po
                  niendo al corriente los diarios hasta el momento actual. Me sien
                  to muy agradecida hacia el inventor de la máquina de escribir
                  portátil y hacia el señor Morris, que me consiguió ésta. El trabajo
                  se me hubiera hecho un poco pesado si hubiera tenido que es
                  cribirlo todo con la pluma...

                         Todo está hecho; pobre y querido Jonathan, ¡cuánto ha
                  sufrido y cuanto debe estar sufriendo todavía! Está tendido en el
                  diván y apenas se nota que respire; todo su cuerpo parece ser
                  víctima de un colapso. Tiene el ceño fruncido y su rostro refleja
                  claramente su sufrimiento. Pobre hombre, quizá está pensando y
                  puedo ver su rostro arrugado, a causa de sus reflexiones. ¡Si
                  pudiera serles de alguna utilidad…! Haré todo lo posible.
                         Le he preguntado al doctor van Helsing, y él me ha en
                  tregado todos los papeles que no he visto aún... Mientras ellos
                  descansan, voy a examinar cuidadosamente todos los documen
                  tos, y es posible que llegue a alguna conclusión. Debo tratar de
                  seguir el ejemplo del profesor, y pensar sin prejuicios en los
                  hechos que tengo ante mí...




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