Page 422 - Drácula
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Drácula de Bram Stoker


                  ir solo, Art. Puede ser necesario luchar contra los eslovacos, y
                  un golpe de suerte, ya que no creo que lleven armas de fuego,
                  puede hacer fracasar todos nuestros planes. No debemos correr
                  riesgos esta vez; no descansaremos en tanto la cabeza y el
                  cuerpo del conde no hayan sido separados y estemos seguros
                  de que no va a poder reencarnar.
                         Miró a Jonathan, al tiempo que hablaba, y mi esposo me
                  miró a mí. Comprendí que el pobre hombre estaba desesperado.
                  Naturalmente, deseaba estar conmigo; pero, en todo caso, el
                  grupo que partiría en la lancha sería el que más probabilidades
                  tendría de destruir al..., al... vampiro (¿por qué dudo en escribir
                  la palabra?). Guardó silencio un momento y el doctor van Hel
                  sing intervino, diciendo:

                         —Amigo Jonathan, eso le corresponde, por dos razones:
                  primeramente, porque es usted joven, valeroso y puede pelear.
                  Todas las fuerzas pueden ser necesarias en el momento final;
                  además, tiene usted el derecho a destruirlo, puesto que tanto les
                  ha hecho sufrir, a usted y a los suyos. No tema por la señora
                  Mina; yo la cuidaré, si puedo. Soy viejo y mis piernas no me
                  permiten correr ya como antes; además, no estoy acostumbrado
                  a cabalgar un trecho tan prolongado para perseguir al conde,
                  como puede ser necesario, ni a luchar con armas mortales. Y
                  puedo morir, si es necesario, tan bien como los hombres más
                  jóvenes. Déjenme decirles que lo que deseo es lo siguiente:
                  mientras usted, lord Godalming y nuestro amigo Jonathan, avan
                  zan con tanta rapidez en su hermosa lancha de vapor, y mien
                  tras John y Quincey guardan la ribera, donde por casualidad
                  puede haber desembarcado Drácula, voy a llevar a la señora
                  Mina exactamente al territorio del enemigo. Mientras el viejo
                  zorro se encuentra encerrado en su caja, flotando en medio de la
                  corriente del río, donde no puede escapar a tierra, y donde no
                  puede permitirse levantar la cubierta de su caja, debido a que
                  quienes lo transportan lo arrojarían al agua y lo dejarían perecer
                  en ella, debemos seguir la pista recorrida por Jonathan. Desde
                  Bistritz, sobre el Borgo, y tenemos que encontrar el camino hacia
                  el castillo del conde de Drácula. Allí, el poder hipnótico de la
                  señora Mina podrá ayudarnos seguramente, y nos pondremos
                  en camino, que es oscuro y desconocido, después del primer
                  amanecer inmediato a nuestra llegada a las cercanías de ese
                  tétrico lugar. Hay mucho quehacer, y otros lugares en que poder
                  santificarse, para que ese nido de víboras sea destruido.






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