Page 426 - Drácula
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Drácula de Bram Stoker
voces misteriosas de la noche, vemos todo claramente. Parece
mos ir hacia lugares desconocidos, por rutas desconocidas, y
entrar en un mundo nuevo de objetos oscuros y terribles. Go
dalming está cerrando la puerta de la caldera...
31 de octubre. Continuamos avanzando a buena veloci
dad. Ha llegado el día y Godalming está durmiendo. Yo estoy de
guardia. La mañana está muy fría y resulta muy agradable el
calor que se desprende de la caldera, a pesar de que llevamos
gruesas chaquetas de piel. Hasta ahora, solamente hemos pa
sado a unos cuantos botes abiertos, pero ninguno de ellos tenía
a bordo ninguna caja de equipo de ninguna clase, de tamaño
aproximado a la que estamos buscando. Los hombres se asus
taban siempre que volvimos nuestra lámpara eléctrica hacia
ellos, se arrodillaban y oraban.
1 de noviembre, por la noche. No hemos tenido noticias
en todo el día ni hemos encontrado nada del tipo que buscamos.
Ya hemos pasado Bistritza, y si nos equivocamos en nuestras
suposiciones, habremos perdido la oportunidad. Hemos obser
vado todas las embarcaciones, grandes y pequeñas. Esta ma
ñana, temprano, la tripulación de uno de ellos creyó que éramos
una nave del gobierno, y nos trató muy bien. Vimos en ello, en
cierto modo, un mejoramiento de nuestra situación; así, en Fun
du, donde el Bistritza converge en el Sereth. Conseguimos una
bandera rumana que ahora llevamos en la proa. Este truco ha
tenido éxito en todos los botes que hemos encontrado a conti
nuación; todos nos han mostrado una gran deferencia y nadie ha
objetado nada sobre lo que deseábamos inspeccionar o pregun
tar. En Fundu no logramos noticias sobre ningún barco semejan
te, de modo que debió pasar por allí de noche. Siento mucho
sueño; el frío me está afectando quizá, y la naturaleza necesita
reposar de vez en cuando. Godalming insiste en que él se en
cargará del primer cuarto de guardia. Dios lo bendiga por todas
sus bondades para con Mina y conmigo.
2 de noviembre, por la mañana. El día está muy claro. Mi
buen amigo no quiso despertarme. Dijo que hubiera considerado
eso como un pecado, ya que estaba dormido pacíficamente y,
por el momento, me olvidaba de mis pesares. Me pareció algo
desconsiderado el haber dormido tanto tiempo y dejarlo velando
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