Page 427 - Drácula
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Drácula de Bram Stoker


                  durante toda la noche, pero tenía razón. Soy un hombre nuevo
                  esta mañana y, mientras permanezco sentado, viéndolo dormir a
                  él, puedo ocuparme del motor, del timón y dela vigilancia. Siento
                  que mis fuerzas y mis energías están volviendo a mí. Me pre
                  gunto dónde estarán ahora Mina y van Helsing. Debieron llegara
                  Veresti aproximadamente al mediodía del miércoles. Necesita
                  rían cierto tiempo para conseguir la calesa y los caballos, de
                  modo que si se habían puesto en marcha, avanzando con rapi
                  dez, estarían ya cerca del Paso del Borgo. ¡Que Dios los ayude
                  y los cuide! Temo pensar en lo que pueda suceder. ¡Si pudiéra
                  mos avanzar con mayor rapidez! Pero no es posible. Los moto
                  res están trabajando a plena capacidad, y no es posible pedirles
                  más. Me pregunto también cómo se encuentran el señor Morris y
                  el doctor Seward. Parece haber interminables torrentes que ba
                  jan de las montañas hasta el río, pero como ninguno de ellos es
                  demasiado ancho..., en este momento cuando menos, aun
                  cuando sean indudablemente terribles en invierno y cuando se
                  derrite la nieve, los jinetes no encontrarán grandes dificultades
                  para cruzarlos. Espero alcanzar a verlos antes de llegar a Stras
                  ba, puesto que si para entonces no hemos atrapado al conde,
                  será quizá preciso que nos reunamos para decidir qué vamos a
                  hacer a continuación.
                                  Del diario del doctor Seward

                         2 de noviembre. Llevamos tres días galopando. No hay
                  nada nuevo y, de todos modos, no hubiera tenido tiempo para
                  escribir nada, en caso de que hubiera habido algo.
                         Solamente tomamos los descansos necesarios para los
                  caballos, pero ambos lo estamos soportando muy bien. Los días
                  en que corríamos tantas aventuras están resultando muy útiles.
                  Debemos continuar adelante; nunca nos sentiremos contentos
                  en tanto no volvamos a ver la lancha.
                         3 de noviembre. En Fundu nos enteramos de que la lan
                  cha había ido por el Bistritza. Deseé que no hiciera tanto frío.
                  Había señales de que nevaría, y si la nieve cayera con mucha
                  fuerza, nos detendría. En ese caso, tendremos que conseguir un
                  trineo para continuar, al estilo ruso.
                         4 de noviembre. Hoy nos enteramos de que la lancha
                  fue detenida por un accidente, cuando trataba de ascender por
                  los rápidos. Los botes eslovacos suben bien, con la ayuda de
                  una cuerda y dirigiéndolos correctamente. Algunos de ellos as




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