Page 191 - Mitos y cuentos egipcios de la época faraónica (ed. Gustave Lefebvre)
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200        M lK >S  V CUENTOS  EGIPCIOS DE LA ÉPOCA FARAÓNICA


     la Enéada». El Señor Universal dijo entonces a Thot: «Siéntate y elabora
     una carta para Osiris para que oigamos lo que tenga que decir».
       Thot se sentó pues para componer una carta a Osiris, así concebida:
     «Toro91: león que caza para sí mismo, aquél que protege a los dioses y que
     subyuga al Doble País. Horus de Oro·, inventor de los hombres en los tiem­
     pos primordiales.  Rey del Alto y Bajo Egipto: toro que reside en Heliópolis
     V.P.S. Hijo de Ptah: benefactor (para) Egipto(P), apareciendo como padre
     de su Enéada, en tanto que  se nutre de oro93 y de piedras preciosas, de
     todo tipo, magníficas. ¡(En) vida, salud y fuerza! Escríbenos lo que debe­
     mos hacer con Horus y Seth, para que no tomemos medidas en la igno­
     rancia en la que estamos».
       Y    después de <muchos días> tras esto, la /[14,10] carta llegó al rey94,
     hijo  de Ra, grande en abundancia,  señor de las provisiones95.  Lanzó un
     gran grito cuando la carta fue leída ante él, y respondió, muy apresurada­
     mente, al lugar en que el Señor Universal se encontraba con la Enéada,
     diciendo: «¿Por qué se hace daño a mi hijo Horus, siendo así que soy yo
     quien os ha convertido en seres  fuertes? Pues yo  soy quien ha creado el
     trigo y la cebada96 para alimentar a los dioses, así como al ganado después
     de los dioses: no existía (antes de mí) ningún dios ni ninguna diosa para
    hacerlo».
       Entretanto la  /[15,1]  carta de  Osiris llegó al lugar en que  se encon­
    traba Pra-Harakhti, que estaba sentado con la Enéada en el Campo Blan­
     co91, en Xois. Entonces la leyeron ante él y la Enéada y Pra-Harakhti dijo:
    «Elaboradme98 rápidamente una respuesta a esta carta para Osiris, y de­

       92 «Toro» reemplaza, en este fantástico protocolo, el «nombre de Horus». Más adelante en­
    contramos «hijo de Ptah» en lugar de «hijo de Re»: habría sido difícil que el dios solar, autor de
    la carta, dijera que se trata de su propio hijo. Cfr. nota 17.
       93 El oro era la «carne de los dioses»; la plata, el oro, el lapislázuli, y la turquesa forman la
    materia de sus miembros, como hemos resaltado más arriba, p.  105, nota 83, y por ello es natu­
    ral que los dioses  se nutran de oro y de piedras preciosas.
       IJ4 Es decir, a Osiris, a quien inmediatamente se le atribuye el título ordinario de un faraón
    «hijo de Ra».
         Un poco más adelante, 1.  14,12, Osiris se vanagloria de ser el inventor de los principales
    cereales.
       % Hasta ahora se pensaba, sobre la base de lo transmitido por los autores griegos y latinos
    (ver especialmente Plutarco, De hide, cap. 13), que era a Isis a quien los egipcios atribuían el des­
    cubrimiento del trigo, cuyo cultivo habría enseñado seguidamente Osiris a los hombres. Parece
    más bien que en  realidad  ellos  adjudicaban a Osiris el honor de este descubrimiento; también
    sabemos que Osiris era, desde la más remota antigüedad, asimilado al dios del cereal, Nepri.
       En lo que se refiere ai «ganado», del que Osiris  se enorgullece de asegurar la subsistencia,
    al mismo tiempo que de los dioses, ¿se trataría quizás del «rebaño sagrado (de Dios)», es decir,
    de  la  humanidad,  como  aparece  en  W'estcar 8,17  (p.  102  y  nota  60)? Cfr.  Blackman, en  Studia
    Aegyptiaca 1 (Analecta Orientalia 17, 1938), p.  1, η. 2.
       97 El «Campo Blanco» tí íidt hdt. Para üdt, «campo», cfr.  Wörtb.  1, 35 ref,  19. Sobre Xois, la
    moderna Sakha, cfr. H. Gauthier, Diet.  Géographique 4, 155, y más recientemente Gardiner, Ono­
    mástica II, p. 181-187.
       98 El Señor Universal se dirige a Thot, el único de los dioses que sabe escribir.
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