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Ángel Cuadra Lugar de nacimiento: La Habana, Cuba Estudios
cursados: Universidad de La Habana: graduado de doctor en Derecho, y en
Teatro Universitario. Universidad Internacional de la Florida: Master en
Estudios Hispánicos. Profesor en esa universidad durante 8 años.
Libros publicados: Entre otros: Peldaño (Cuba, l959), La Voz Inevitable
(E. U. 1994), Las Señales y Los Sueños (España, 1988), De los Resúmenes
y el Tiempo (E.U. 2003).
Premios recibidos: Entre otros: "Rubén Martínez Villena" (Universidad de
La Habana, 1954); "Amantes de Teruel", (Teruel, España, 1988): Certamen
Internacional de Poesía "Martín García Ramos", Albox, Almería, España,
2003).
ALGUNOS APUNTES SOBRE JOSÉ MARTÍ
Por Ángel Cuadra
El 28 de enero de 1853 nació en la Habana José Martí. Alrededor de esa fecha, los cubanos del exilio
realizan distintos actos en rememoración del natalicio del que llamamos apóstol de nuestra
independencia. Y hacen muy bien, porque las naciones –es mi opinión- deben siempre acudir a las ideas
rectoras de los que se denominan sus padres fundadores, de cuyas ideas y luchas en el tiempo se fragua
y afianza lo que llamamos idiosincrasia del país “El gobierno ha de nacer del país El espíritu de
gobierno ha de ser del país”, escribió Martí.
Es cierto que Martí entregó lo mayor de su vida a la lucha por la libertad de su patria, pero también
proyectó su visión hacia el ser humano intemporal. Y así uno de los valores esenciales que hay que
destacar en la vida de este hombre, fue el sacrificio del “yo” para entregarse a los demás, a la obra del
bien en beneficio de los “otros”. O sea, de los seres del mundo en general. “Cuando al peso de la cruz,
el hombre morir resuelve, como de un baño de luz.” De aquí podemos señalar otro de los valores de
Martí: el “bien”, en contraposición al “mal”, lo que indicó que sería la batalla del mundo: bien contra
mal. Y finalmente, en Martí va asociado el bien con el amor; y el mal con el odio. Con esta elemental
síntesis, podemos encuadrar la vida y obra de Martí, para el mundo, para América y, al cabo, para Cuba.
Así fue que marcó sus pasos por la vida; y en la carta que escribe a su madre, a modo de despedida,
antes de marchar para Cuba a iniciar la Guerra de Independencia, en 1895: “Usted se queja, en la cólera
de su amor, del sacrificio de mi vida…pero ¿por qué nací de Ud. con una vida que ama el sacrificio?”
Para América Martí dedicó gran parte de su obra literaria, y distinguió al norte los Estados Unidos de
la del sur de los mismos, que llamó Nuestra América, la de raíces hispanas: Norteamérica “nació del
arado y el fusil; e Hispanoamérica del látigo y el perro de presa”. Por lo que concluyó, que de pueblos
de formación tan diferente, tenían que surgir formaciones nacionales diferentes. Fue objetivo, por
honesto, cuando escribió sobre Estados Unidos: “Es preciso que se sepa en nuestra América la verdad
de los Estados Unidos. Ni se debe exagerar sus faltas… ni se han de esconder sus faltas ni pregonarlas
como virtudes… De virtudes y defectos son capaces por igual latinos y sajones. Expuso que el secreto
de la prosperidad de E.U. es “que han abierto los brazos …y acogen a los que llegan a este país en su
lucha por pan y derecho, que aquí encuentran “lo uno y lo otro”. Y asimismo alabó el sentido de libertar,
aquí existente, para lo que utiliza al poeta Walt Whitman: “Oíd lo que canta este pueblo trabajador
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