Page 29 - Comparto 'Vida de San Agustín' con usted
P. 29
CAPÍTULO SIETE
T
ranscurrían los días y el anhelo por la verdad seguía
en su corazón con más intensidad que antes. Claro,
no era fácil satisfacer la razón de un genio ni saciar el
apetito pasional de aquel temperamento. Agustín, hambriento
y sediento de la verdad, se dejó enredar por una secta que le
ofrecía encontrarla. Verdad, verdad, todo se le presentaba
como la verdad; y él, cada día se encontraba más lejos de ella.
Maniqueos, se hacían llamar aquellos engañados y
engañadores de hombres. Bastaron unos años de
permanencia en esa secta para experimentar el fracaso de ser
engañado. Las preguntas del Águila de Hipona desbordaban
el conocimiento de quienes no sabían lo que practicaban. El
único que podía responder no estaba cerca y, cuando lo
estuvo, no satisfizo su inquietud.
33