Page 32 - Comparto 'Vida de San Agustín' con usted
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comportamiento de sus estudiantes. Darle clase a aquellos
jóvenes indiferentes, laxos y díscolos que no valoraban su
trabajo, le causaba mucho sufrimiento; sentía que
desperdiciaba su tiempo y su trabajo que tanto le costaba. A
pesar de que la enseñanza era su vocación y de que algunos
estudiantes sabían aprovechar aquellas delicias de materias,
cargadas de vitalidad; buscaba encontrar mejores condiciones
para enseñar y para ganar fama.
¡Pobre Agustín!, en su deseo de perfección vivía en un mundo
imperfecto. La excusa de encontrar mejores estudiantes para
llenar sus vacíos, lo obligó a viajar a Roma donde pensaba
encontrar buenos discípulos, llenos de entusiasmo, aplicados
y apasionados por la sabiduría. Así se fue, según él, dejando
atrás la miseria que lo envolvía y las costumbres que lo
privaban de encontrar la verdad. Sin embargo, llevaba consigo
el corazón vacío y sediento porque en mucho tiempo de
estadía en Cartago, no lo pudo llenar.
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