Page 97 - El sol de los venados
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anaranjadas y negras, las visitas. El dolor de sus rodillas es signo de que las
lluvias se acercan...
–Eso se llama superstición, Jana –me dijo Ismael muy serio.
–Tú me dijiste un día que la superstición es lo que no es verdad. Entonces, ¿por
qué la abuela acierta en todo? –le repliqué con rabia.
Ismael se quedó callado.
–La verdad es que tengo miedo, Ismael...
–¿Por qué, Jana?
–Porque hace días una lechuza hizo un nido en el saliente del muro que da a
nuestro patio. Cuando la abuela la vio, se puso pálida y se echó la bendición.
Cuando le pregunté por qué lo hacía, me dijo: “Es un mal presagio, Jana. Que
Dios nos proteja”. Pero no quiso decirme qué era lo que anunciaba la presencia
de la lechuza. ¿Lo sabes tú, Ismael?
–No... No... Jana.
No me pareció muy seguro de sí mismo, pero no quise insistir porque creo que,
en el fondo, yo no quería saber.