Page 35 - El arte japonés de la guerra : entendiendo la sabiduría de la estrategia
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EL ZEN EN LA HISTORIA JAPONESA 31
de elite, al servicio de las clases altas, llegó a ser considera-
da decadente y espiritualmente nula respecto a la ilumina-
ción zen original. Los seguidores del zen espiritual tendían
a evitar los monasterios prestigiosos, prefiriendo buscar
modestos maestros en las provincias. En las generaciones
posteriores, los practicantes de zen no aportaron mucho a
la poesía de las instituciones zen de elite conocidas como
Gozan o «Cinco Montañas». La tradición secular de la poe-
sía y erudición de «Cinco Montañas» fue continuada por
especialistas nmeoconfucianos, que posteriormente rom-
pieron con las iglesias zen, aunque la tradición poética zen
para usos prácticos más que decorativos fue renovada en un
resurgimiento posterior.
A finales del siglo xv, el zen se había prácticamente
extinguido en su aspecto espiritual, aunque no social ni
políticamente, a causa de la corrupción de sus instituciones.
Un monje excepcional de este siglo, el popularmente apre-
ciado Ikkyu, escribía que todas las escuelas zen habían per-
dido su transmisión y eran simples nombres sin realidad
detrás. Considerado como uno de los mayores maestros
zen japoneses de la historia, Ikkyu fue un crítico incisivo:
con un irreprimible sentido del humor. Sus escritos, redac-
tados en lenguaje común, forjaron un vínculo con la cultu-
ra popular, y él se convirtió más tarde en una figura folcló-
rica, protagonista de numerosas relatos llenos de humor y
de sabiduría.
Ikkyu era famoso por llevar siempre consigo una espa-
da de madera, diciendo que el zen de la época ni siquiera
tenía la «espada exterminadora» de la visión penetrante, y
se había quedado sólo con la «espada dadora-de-vida» de la
compasión objetiva. También se dice que había destruido